Escrito por: Fátima Hernández.

Hola viajeras, me llamo Fátima y en este post os quiero contar la gran experiencia que he vivido viajando en bicicleta con mi pareja durante tres meses por Centroamérica.

Viajar en bici es súper especial, todo se magnifica y es tremendamente intenso, por eso me ánimo a escribiros, para despertar a quién no se le haya ocurrido hasta ahora viajar de esta manera o para que se terminen de animar a dar el paso a quien lo tenga en mente y aún no se decida.

La idea surgió porque llevábamos unos años bastante estresados yo con mi oposición y mi pareja con su trabajo y necesitábamos un buen respiro. Teníamos en mente India, sudeste asiático… pero yo le tenía ganas a Latinoamérica, más aún después de conocer la gran experiencia que tuvo mi novio recorriendo Sudamérica durante un año como mochilero. Así que entre las ideas que se nos pasaban por la cabeza, él propuso hacer Centroamérica en moto y yo di un paso más allá ¿por qué no en bici? Hace un año que había empezado a hacer bici de carretera y cada vez me gustaba más, aunque no tenía un gran fondo físico. La idea nos pareció un poco loca al principio, pero en cuanto empezamos a buscar información en internet de viajeros en bici, aquello fue cogiendo más forma y nos convencimos de que queríamos una aventura así.

El Salvador

Fueron 3035 kilómetros y la ruta fue la siguiente:

  • México. Arrancamos en Cancún y recorrimos todo Yucatán.
  • Belice
  • Guatemala
  • El Salvador.
  • Nicaragua
  • Costa Rica
  • Cuba

Itinerario de viaje

Cuando te embarcas en una aventura así, desde el absoluto desconocimiento, te surgen miles de dudas. La mayoría de las respuestas te irán llegando conforme vayas haciendo camino, pero para las que tienen respuesta y están relacionadas con aquello que se necesita (o nosotros necesitamos, porque eso depende mucho de qué tipo de cicloviajero seas) os hago un listado de aquellas cosas que para nosotros fueron imprescindibles y aquello que echamos en falta.

Nicaragua

¿Qué bici necesito?

Esto va a depender mucho del tipo de viaje que planees. Si te embarcas en una súper aventura que se va a extender durante más de un año, yo si que me preocuparía de llevar una buena bicicleta. Nuestro viaje no era muy largo, no teníamos demasiado presupuesto, así que yo me fui de viaje con una bicicleta de montaña de más de 25 años que mi vecino tenía en el garaje de su casa y mi novio más de lo mismo, se fue con aquella que fue su primera bici hacía también más de 20 años. Las llevamos a una tienda para que las pusieran a punto, compramos muchos repuestos de todo o casi todo y él se empapó a tutoriales para poder solventar los problemas que pudieran darnos en carretera.

Cuba

Las alforjas nos las prestaron, no eran impermeables, así que tuvimos que comprar un cubrealforjas para cuando se ponía a llover. Compramos una carpa, buenos colchones hinchables, una cocina (que no usamos demasiado, pues en Centroamérica se puede comer muy barato y en rara ocasión merece la pena comprar la comida y cocinar). Todo ello muy ligero de peso.

México

Echamos muy en falta llevar una mosquitera, para los países tropicales es imprescindible. Cuando dormíamos en la carpa había que elegir, morir de calor pero a salvo de mosquitos, o a la inversa. También en una de esas que estábamos sufriendo el calor de la tienda, pensamos que hubiera sido una gran idea llevar un mini ventilador.

Otra cosa importante es llevar un buen espejo retrovisor, una luz roja intermitente que emite mucha luz de día, chaleco refrectante, casco y un buen botiquín que incluya pastillas potabilizadoras, para cuando no encontremos agua potable.

A nosotros también nos amenizó mucho llevar un altavoz pequeño, pero potente, colgado en el manillar, para ir escuchando música, ya que no son pocas las horas que se echan al día.

Cuba

En cuanto a la ropa, nos echamos demasiada. Si volviera a hacer las alforjas para irme de nuevo, metería únicamente  dos mudas para los días de ciclismo, una gorra, una camisa de manga larga clara (el sol pega muy duro),  algo de abrigo para cuando estas en zonas más frías, unos deportivos y chanclas, un par de biquinis, productos de higiene y protección solar.

Cuba

Absolutamente necesario descargarse la aplicación MAPS.ME Nos guió durante todo el viaje, no necesitas wifi, solo previamente para descargarte cada país, y puedes ver el desnivel de la ruta si das a la opción de hacerla en bicicleta. Otra gran ayuda fue la aplicación WINDY, para el ver la dirección y la cantidad de viento que vas a encontrar cada día en la carretera.

Y por último registrarse en WARMSHOWER. Una página de cicloviajeros que ofrecen su casa desinteresadamente.

Costa Rica

¿Cómo era nuestro día a día?

En aquella parte del mundo, el sol sale muy pronto, sobre las 5 y poco empieza a clarear. Y a las 11 de la mañana el agua pasa a convertirse en té. Ante este panorama, no teníamos otra que madrugar muchísimo para que la gran parte de la ruta estuviera hecha antes de comer, ya que normalmente hacíamos rutas de unos 80 kms.

Snorkel en Belice

Cuando uno viaja en bici, las distancias que se cubren  por día no son muy grandes y gran parte de la ruta se pasa en lugares no turísticos, donde ni siquiera hay alojamiento para dormir. En este caso, nosotros hemos optado por tocar a la puerta de alguna casa y preguntar si nos dejaban echar la carpa en su jardín y siempre nos han abierto las puertas y nos han tratado genial. Una de las experiencias más bonitas que recuerdo fue en México, que dormimos en una comunidad maya, nos ofrecieron cena, nos enseñaron hasta una capilla que tenían y nos contaron muchas cosas sobre su cultura. Otra opción es pedir alojamiento a los bomberos, a la policía, en iglesias…

Guatemala

Una breve referencia de nuestra experiencia por cada uno de los países.

México (península de Yucatán): como dicen allí, ¡México está padre! Comida fabulosa, gente súper amable (aunque esta es la tónica general que encontraras en Latinoamérica) y lugares preciosos. Destacar el encanto que tiene Bacalar, Tulum, bañarse en los cenotes y por supuesto el caribe mexicano.

México

Belice: Nosotros la verdad que no le terminamos de pillar el punto a este país… lo que más nos gustó fue hacer snorkel en la Barrera de Coral de Cayo Caulker, la segunda más grande del mundo, después de la Australiana.

Guatemala: es sencillamente genial. Vimos el volcán de fuego en erupción, en Antigua. Semuc Champey es absolutamente imperdible, al igual que pasar unos días en el lago Atitlán y en el Petén.

Belice

El Salvador: La eterna duda que siempre tuvimos fue si cruzar o no este país por temas de seguridad. Fuimos, pero no lo pedaleamos, ya que en bici uno está muy expuesto. Gracias a una amiga y a su familia, nos enseñaron los lugares más amables de este país. El tunco, el PN del Boquerón, la ruta de las flores…

Cuba

Nicaragua: es súper rural y una gozada pedalearla, sobretodo el norte. Como ciudades que visitar, León y Granada. Vimos lava en el volcán Masaya, y dormimos cerca del cráter del volcán Telica. San Juan del Sur es una zona de playas del Pacifico muy interesantes también.

Costa Rica: es, como dicen, ¡PURA VIDA! Uno de los países con más biodiversidad del mundo. Uno de nuestros preferidos sin duda! Nos cruzamos un montón de animales, como osos perezosos, mapaches, monos… y preciosos atardeceres.

Cuba: no estaba en nuestros planes ir a Cuba, la idea era llegar a Panamá. Cuba es un país muy auténtico. Tiene rincones muy bonitos. Como Trinidad, Varadero, Los Cayos, La Habana, eso sí, si no vas de turista con el típico todo incluido, que es lo recomendable para conocer la verdadera Cuba, debes de saber que muchos productos escasean, lo que supuso en alguna ocasión salir de vacío a hacer la ruta.

volcán de fuego en erupción, en Antigua (Guatemala)

Mi experiencia.

No puedo hacer otra cosa que animar a probar esta forma de viajar. Habrá días duros, días que no te apetezca dar una pedalada más, pero el balance de esta experiencia no podrá ser más positivo. Llegar a los sitios con tu esfuerzo, ver como día a día tu fortaleza va en aumento y que a la par que ésta crece, lo harán los verdaderos placeres de la vida: una ducha fría, tener el viento a favor, los saludos y ánimos de la gente, las miles de bendiciones que nos han dado, una cama cómoda, una cerveza bien fría al final de cada etapa, tener la ropa limpia, que las carreteras estén en buen estado, la ayuda desinteresada de un extraño, que las cosas salgan mejor de lo esperado.

El Salvador

Y tú, ¿quieres ser también nuestra amiga nómada? Aquí te contamos cómo. ¡Anímate!