Muchas veces, antes de embarcarnos en nuestro viaje, sentimos sensaciones diferentes frente a lo desconocido ¿Qué me deparará este destino?, ¿qué es lo que me encontraré allí…? Es un cúmulo de alegría, entusiasmo, nerviosismo… que va aumentando a medida que se va acercando la fecha de salida y que finalmente se reduce a la emoción de enfrentarnos a la incertidumbre.

Lo cierto es que, generalmente hemos dedicado tanto tiempo a preparar la lista de las cosas que no nos queremos perder en el destino final, que descuidamos que “el camino es parte del viaje”… y aunque llevemos una idea preconcebida de cómo será nuestro vuelo, cada experiencia es única e impredecible…

Mi aventura en Japón comenzaba con un viaje de más de 28 horas sola; partía desde Madrid a Tokio con escala en Doha, Qatar. Estaba tan entusiasmada con lo económico que me había salido mi vuelo que no me di cuenta hasta el día anterior que tenía una escala de más de 13 horas de espera en Doha. A este punto había que sumarle que llegaba a mi destino final a una hora en la que no había transporte nocturno. Todo esto suponía que tendría que dormir dos noches seguidas en los aeropuertos de dos países diferentes, Doha y Tokio, sola…

Estaba tan contenta que no me asusté, pero sí pensaba que el viaje de ida me iba a resultar muy pesado y es que a veces lo barato sale caro.

Cuando llegué a Doha después de casi 7 horas de vuelo, me encontré un aeropuerto muy moderno con mucho tránsito y lleno de controles. Miraba por todos los rincones buscando un sitio donde dormir… me parecía todo tan lujoso que no creía que pudiera “acampar” allí con tranquilidad.

Siempre he pensado que por preguntar no se pierde nada y por lo tanto me acerqué a un hombre que trabajaba allí y le enseñé mi billete. Fue enorme mi sorpresa cuando aquel hombre me comentó que me acercase a un puesto llamado Transit Accommodation y así lo hice.

Pantallas gigantes y coches de lujo en el aeropuerto de Doha en Qatar

El lujoso aeropuerto de Doha en Qatar

Me atendió una mujer muy amable en inglés y me explicó que la compañía con la que volaba, QATAR AIRWAYS, ofrece a sus clientes con vuelos de más de 8 horas de espera en tránsito un servicio de autobús de recogida desde el aeropuerto hasta un hotel, cena, hospedaje, desayuno y vuelta al aeropuerto gratuito…

¡No me lo podía creer! ¡Mi primera noche la pasaría descansando en una cama y no en el aeropuerto como pensaba en un principio!

En el “punto de encuentro” donde esperaba al autobús fue donde conocí a una pareja de jóvenes japoneses muy agradables, que estaban de vuelta a Tokio después de haber pasado un mes en España. Congeniamos tan bien que me dieron muchísimas recomendaciones sobre su país ¡Estaba encantada!

El autobús nos hizo una ruta por Doha y nos llevó al excelente hotel donde tuvimos una cena buffet. Al día siguiente nos acercó al aeropuerto donde tomamos el vuelo a Tokio.

Después de más de 9 horas de vuelo, llegué a Tokio. La pareja de jóvenes japoneses, muy atentos, se acercaron a mí y me preguntaron donde pasaría la noche. “En el aeropuerto” les contesté.

Mi segunda grata sorpresa llegó cuando me comentaron que la compañía QATAR AIRWAYS ofrece a sus clientes cena, alojamiento y desayuno en lugares llamados Baños Públicos a personas que llegan en un vuelo tardío. Al parecer, esta información estaba publicada en la página japonesa de la compañía. ¡Tampoco iba a pasar mi segunda noche durmiendo en el aeropuerto!

Llegué muy emocionada al lugar… era la única occidental en aquel sitio tan curioso y a la vez agradable pero también me sentía como “un elefante en una cacharrería”: pisaba donde no tenía que pisar, tocaba lo que no tenía que tocar… ¡Que diferentes somos por cultura!

Utensilios de aseo en las duchas

Las duchas en los Baños Públicos

Los Baños Públicos son lugares muy comunes en Japón; una mezcla entre spa (con/sin burbujas, con chorros, saunas) y albergue donde los japoneses van a tomar un baño y/o a dormir. Las mujeres se bañan por un lado y los hombres por otro. No te permiten entrar si llevas tatuajes. Te ofrecen todo tipo de utensilios de aseo/ducha gratuitos y nada más entrar te entregan un kimono (en azul a los hombres y en morado a las mujeres).

Todos íbamos vestidos con esos kimonos dentro del Baño Público, dormimos en colchonetas todos juntos y desayunamos unos manjares japoneses que nunca antes había probado … ¡mi entrada al país fue una experiencia única e inolvidable… nunca lo hubiera imaginado así!

Mikka y yo en las colchonetas de los Baños Públicos

Durmiendo en los Baños Públicos con Mikka en kimono

¡¡Revisa siempre las condiciones de tu vuelo e infórmate de los servicios que ofrece tu compañía aérea antes de partir!!, ¡la mayoría de las veces desconocemos este tipo de ventajas! El viaje puede variar mucho dependiendo de ello.

De pensar que pasaría dos noches durmiendo en dos aeropuertos sola… a entrar en Japón por la puerta grande… De NADA a TODO.

Si te ha gustado este post… no te pierdas como continuó mi aventura y las rutas que hice en… MI RUTA EN JAPÓN. CONSEJOS PRÁCTICOS