Escrito por: Oihane Ugalde.

Este viaje se resume en 3.383 Km de ruta. Cruzamos Francia, Bélgica y llegamos a Holanda. Decidimos hacerlo en furgoneta: es pequeña, modelo Dacia Dokker, y está equipada con lo muy básico. Y con muy básico quiero decir: cama, fogón de camping para cocinar y los baños de los servicios públicos para asearnos. ¡Vamos a hacer kilómetros!

La “excusa” para este viaje era que mi pareja quería ir a un festival de música que celebran desde hace años en Holanda, pero yo le convencí para ir más días alargando la ruta y poder conocer rincones maravillosos.

Combinamos días de alojamiento en bungalows con alguna noche de hotel para ducharnos en condiciones y muchas noches de furgoneta en pueblos con mucho encanto.

Días de ruta: 9, del 27/03 al 04/04.
Kilómetros totales: 3.383

Ruta de ida:  Girona, Cataluña – Destino Kaatsheuvel, Holanda.

Girona – Perpignan – Béziers – Millau* – Clermont Ferrand – Gannat – Moulins – Auxerre – Troyes – Chalons sMarne – Charleville Mézières – Dinant – Namur – Leuven – Tilburg – Kaatsheuvel.

*En Millau hay dos opciones: atravesar por puerto de montaña (carretera D110, nosotros la hicimos de ida) o la misma autovía A75, que cruza ese tramo a través de un puente (viaducto de Millau, peaje de 7,50€).

Teníamos días para hacerlo todo tranquilamente, pero decidimos pegarnos una buena kilometrada hacia la zona Sur de Holanda y subimos del tirón turnándonos en la conducción. Tardamos unas 16 horas en llegar al primer destino. Paramos 4 veces a repostar, gastando 121,5 litros.Traducido en euros vienen a ser 158€ (para este trayecto).

Kaatsheuvel

A las 2 de la madrugada llegamos a Kaatsheuvel, pasamos las siguientes tres noches en ese camping con otros amigos con los que nos reunimos allí. Lógicamente a esa hora estaba la barrera cerrada y, después de todo el día conduciendo, lo que más gracia nos hizo fue tener que cargar con los bártulos haciendo «ruta turística” por todo el camping.

El complejo estaba muy bien y las tres noches en bungalow de 6 personas nos salió tirado de precio, un bbb que se llama. Además, disponen de unas piscinas exteriores (abiertas en verano) e interiores de agua templada/caliente para los clientes, muy bien preparado con un par de toboganes para que jueguen los niños. Se agradece, después de estar todo el día caminando, llegar y darte un bañito en un jacuzzi calentito (con más gente).

Centro Eindhoven - camping bungalow kaatsheuvel

Los bungalows están muy bien equipados*, tienen estufa y una cocina con todos los utensilios, ducha separada de baño y habitaciones cómodas.

*Dato importante: no tienen WIFI pero admiten mascotas.

Kaatsheuvel es una población muy pequeñita, con mucho verde, campos de cultivo y ¡muchas obras! Cuando fuimos estaban arreglando todas las carreteras a la vez y nos costó un poco encontrar el lugar. Hay varios restaurantes y tiene buenos servicios como supermercado y tiendas para comprar suministros. Es bonita para pasearla, tiene un molino de madera justo en el cruce de entrada al pueblo. A 10 minutos en coche está situada s-Hertogenbosh, un centro más grande para hacer las compras.

Eindhoven

Es una ciudad y un centro comercial, dispone de aeropuerto y estación grande de tren. Buena combinación para moverse sin coche. Nosotros, como siempre, a todos lados con la furgoneta.

Nos pilló un día muy lluvioso y, aunque aprovechamos igualmente para caminar la ciudad entera, tuvimos que resguardarnos varias veces en un centro comercial. En mi opinión, con una tarde basta para verla. Importante: todas las zonas de aparcamiento del centro son de pago (3 horas = 7€). En las afueras de la ciudad básicamente se concentra la zona industrial y de oficinas, y barriadas de casitas de piedra adosadas con sus bicicletas aparcadas en la puerta.

Continuamos la ruta…

Kaatsheuvel – Kinderdijk*. 69 Km.

*Si vas a Holanda, Kinderdijk es visita obligada. Con encanto todas las fechas del año. En pleno invierno, los canales quedan helados e incluso se puede patinar sobre el hielo.

Kaatsheuvel – Kinderdijk. Imagen de Google maps

Por recomendación de una compañera nómada fuimos a ver esta hermosa zona de molinos, situada a 15 Km de Rotterdam. Es la zona donde se concentran más molinos de todo Holanda. Está situado en un pueblo pequeñito con encanto, debe ser una zona con bastante turística en verano. Nosotros fuimos en temporada baja y vimos como llegaban a lo largo del día muchos autobuses. El pueblo dispone de varias zonas de estacionamiento, pero cuanto más te acercas más caro es. Si os gusta caminar, hay un aparcamiento enorme y gratuito en medio del pueblo.

Hay varios bares en la misma carretera que disponen de “rent a bike”, que es otra opción muy válida para recorrer toda la zona de los molinos.

Es un recorrido libre, tanto de en tiempo como en dinero. Nosotros no pagamos entrada por ir en las fechas que fuimos, pero tampoco había bicicletas para alquilar. Es un parque muy grande y no pudimos verlo todo caminando. Se puede visitar por dentro un par de molinos (se paga a parte) para ver su funcionamiento y la mayoría están habitados. Esta zona fue la primera en Holanda en tener suministro de electricidad.

Paso de Kinderdijk hacia Gouda

El mejor paso es en ferry. Nosotros queríamos dirigirnos hacia el pueblo de los quesos y desde Kinderdijk está muy bien indicado. Cogimos el barco unos 12-15 coches. Cuesta 2€ por auto y 0,75€ por persona. Horario: 9am a 5.30pm (30 marzo 2015).

Gouda

Me encantan los quesos, ví gouda en el mapa y claramente ¡no me pude resistir!

Gouda está situado a 26 Km de Kinderdijk. Nosotros fuimos por carreteras nacionales todo el viaje. Están acondicionadas perfectamente, lo único que sí os recomiendo en MAYÚSCULAS es vigilar donde os metéis con el coche: es muy fácil quedarse atrapado, ya que todo el terreno fuera de carreteras es pantanoso.

Anécdota divertida del viaje: Hacía un día de sol espectacular y decidimos parar a comer en un merendero muy chulo que vimos desde la carretera, con una mesa de madera, todo verde… en fin, muy bonito. Había una puerta grande de madera que se podía abrir sin problemas. Me bajo del coche, abro la puerta, camino para ver el terreno y… todo bien. ¡Pero no! Con un peso corporal normal todo bien, pero con el peso de un auto nada bien. Escribo esto y me rio un montón, aunque en aquel momento las inventamos de todos los colores para salir de ahí… barro hasta los codos, inventos con palos, cuerdas, rejas… Y, nada, al final… teléfono y rescate de grúa.

Esa noche decidimos irnos a un hotel y darnos una buena ducha calentita, además a la noche llovía un montón como para quedarse en la furgoneta. Elegimos a ciegas y fuimos a un “Campanille”. Esa noche nos lo merecíamos, sobre todo por el mal rato que le hice pasar a mi pareja de aquel entonces. Es el precio que tenéis que pagar vosotros, chicos, por estar con mujeres aventureras y un poco impulsivas.

Al día siguiente fuimos a conocer Gouda. Todo el centro son estacionamientos de pago y zona azul. Intentamos buscar aparcamiento gratuito, pero están muy a las afueras.

No pudimos ver el típico mercado de quesos que montan en las calles todos los jueves, ya que es desde abril hasta agosto.

La plaza central, donde se encuentra el Ayuntamiento, es espectacular de noche: está todo iluminado, muy bonito. Hay un montón de terrazas y bastante movimiento.

El centro es muy caminable. Yo soy de aparcar el coche y callejear por todos los rincones. Tiene iglesias espectaculares con grandes vidrieras y callejones estrechos con muchísimo encanto. La tienda Lego más grande que yo haya visto también estaba allí, con unas maquetas impresionantes, y como no, tiendas de quesos. ¡Qué placer! ¡Cuántos quesos! ¡¡Qué rico!!

Por la tarde, después de las compras de quesos, decidimos seguir hacia Rotterdam.

Gouda-Oostkapelle. Imagen de Google maps

Gouda – Oostkapelle 123 Km

Atravesamos la ciudad de Rotterdam, evitando todos los bullicios y el ajetreo de los coches.

Nos paramos a comer en una área de servicio. Con un camping gas y comida de sobra todos los paisajes son buenos para disfrutar. Proseguimos nuestro viaje bajando por toda una zona de presas y compuertas de agua. Una carretera con mar a lado y lado de la misma, espectacular paisaje lleno de hormigón. Pasado la zona de las compuertas, atravesamos una carretera que pasa justo al lado de la playa, hay varios faros a lo largo y ese día soplaba mucho viento, estaba llena de personas haciendo windsurf.

Decidimos aparcar el coche cerca de la zona de Ouddorp, hay varios campings y es una zona todavía conservada bastante salvaje con una playa kilométrica para caminar.

Seguimos bajando dirección Sur hasta que se nos echó la noche encima y decidimos parar en un pueblito pequeño llamado Oostkapelle. Aparcamos, caminamos, nos tomamos una cervecita en un bar y a dormir. Hasta el día siguiente.

Oostkapelle – Gante 80 Km

Oostkapelle – Gante. Imagen de Google maps

Vale mucho la pena recorrer unos cuantos kilómetros por esas carreteras, es una zona preciosa. Para pasar dirección Gante es necesario cruzar un túnel que pasa por debajo del mar, el precio del túnel son 5€ (Abril 2014).

Gante, ciudad de Bélgica, con el mayor número de edificios medievales históricos, el centro es muy cultural y dinámico.

Está situado entre Bruselas y Brujas por lo cual es sitio de paso para muchos visitantes. Nosotros aparcamos la furgoneta a las afueras del centro y nos dedicamos a recorrerla durante todo el día. Canales, catedrales, museos, zonas verdes, plazas históricas dónde los celtas dejaron huella… Gante ofrece de todo para todos.

Gante

El castillo de Gravensteen está en el centro de la ciudad, a lo largo de su historia ha desempeñado diferentes funciones, pero lo mejor es que desde la parte alta hay unas vistas impresionantes de Gante.

El Muelle de las Hierbas también es una zona obligatoria si paseáis por esta ciudad. Tiene estación de tren de fácil comunicación con el resto de municipios.

Gante – Brujas* 50 Km

Ya anocheciendo llegamos a Brujas. Sin muchos miramientos, cansados y con ganas de una ducha, cogimos una habitación en el hotel Ibis. Justo al lado del hotel y al lado del centro de la ciudad está el Parking Central Station, 24 horas cuesta 3,50€, y es una muy buena opción. Nos dimos una buena ducha y salimos a ver la espectacular ciudad iluminada por la noche. El casco antiguo de Brujas es muy bonito, declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2000, es una ciudad amurallada rodeada de canales y puentes. En la época que fuimos no había mucho ambiente nocturno y prácticamente estábamos solos en la encantadora Brujas.

De día impresiona tanto o más que de noche, torres hasta el cielo de estilo medieval culminan por gran parte de la ciudad. Es muy turística y en los bares y restaurantes aprovechan esa afluencia para aumentar los precios en terrazas. Con nuestro presupuesto nos llegó para comer en una hamburguesería justo en la Plaza Mayor y aprovechar su wifi.

*Si tenéis pensado hacer ruta por la zona, Brujas es un imperdible. El casco es pequeñito y  en poco tiempo paseando tranquilamente, se disfruta por completo.

Brujas

Lugares de interés hay muchos, nosotros visitamos:

Torre Belfort,  83 metros de alto, tendréis las mejores vistas de la ciudad.

Ayuntamiento, su fachada es muy trabajada y da para quedarte un buen rato mirándola.

Onze Lieve Vrouwekerk, la torre más alta de todo Bélgica, 112 metros de alto.

Finalizadas las compras y las degustaciones de bastantes chocolates, dimos por finalizada la visita. Después de comer cogimos la furgoneta y decidimos que ya era hora de ir volviendo hacia casa.

Ruta de vuelta: Brujas – Girona. 

Os dejo también la ruta que hicimos a la vuelta:

Brujas – Lille – Soissons – circunvalaciones de París – Orleans (dormir) – Bourges – Montluçon – Clermont (autovía A75/E11) – Millau – Narbonne – Perpignan – Girona.

Y tú, ¿quieres ser también nuestra amiga nómada? Aquí te contamos cómo. ¡Anímate!