Escrito por: Beatriz Frontiñan.

Para algunas personas viajar es sólo trasladarse de un lugar a otro, para mi es mucho más, supone aprender a cada momento, disfrutar nuevas experiencias, conocer otras gentes, lugares, culturas y despertar los sentidos a través de las sensaciones, olores y sabores que voy encontrando a lo largo del camino. En esta ocasión, quiero mostraros una forma diferente y original de viajar disfrutando de los sentidos, la ruta del placer tirolés.

INNSBRUCK.

Innsbruck y el valle del Inn

Innsbruck. Fuente: Flickr. Autor: Stephan Mosel. Licencia Creative Commons.

Antes de comenzar esta ruta, realizaremos una parada en su capital, la bella Innsbruck, situada en el corazón de los Alpes, una ciudad llena de diversidad artística, cultural, paisajística y deportiva. Es uno de esos lugares por los que apetece pasear tranquilamente, disfrutando de su animado casco histórico plagado de preciosos monumentos como la catedral, el castillo Ottoburg, el Palacio Hofburg o el “Tejadito de Oro” considerado el símbolo de la ciudad.

En sus alrededores, es muy recomendable visitar la montaña Isel (Bergisel), un lugar de gran belleza donde se encuentra el trampolín olímpico, aquí cada año se realizan competiciones internacionales de saltos de esquí. Desde los pebeteros olímpicos, la vista de la ciudad y de las montañas es espectacular. Por último, también son visitas imprescindibles los dos teleféricos urbanos.

1. Patscherkofel, está situado en Patsch a 6 km de Innsbruck, dispone de varios senderos para caminar y se puede acceder fácilmente en autobús.

2. Nordkette o Hafelekar, parte del mirador de Hungeburg, al que se llega en bus, coche (hay un parking gratuito antes de llegar al mirador), o tren cremallera (parte de la estación Congress). La subida hasta el Hafelekar a 2.300 m es una experiencia inolvidable, la vista ofrece un panorama impresionante de los Alpes y permite contemplar los valles del Inn, Wipp y Stubai.

TIROL WEST (TIROL OESTE).

Panoramica de Landeck

Landeck. Fuente:Flickr. Autor: Hans Porochelt. Licencia Creative Commons.

Esta es una región con valles de gran belleza natural, majestuosas cordilleras y pintorescas aldeas que ofrece a sus visitantes una manera diferente de disfrutar, estimulando el goce de los sentidos mediante una serie de originales rutas que permiten recrearse de forma placentera con las delicias y bellezas de la zona.

Las rutas del placer comenzaron en el año 2009, se realizan de mayo a octubre y constan de tres etapas, origen, elaboración y degustación, donde se muestra la procedencia y fabricación de las diversas especialidades de la región. En éstas, los guías además de enseñar los distintos productos alimenticios de la zona, explican en diferentes paseos a pie o en bicicleta, la naturaleza de la región, sus montañas, sus especialidades gastronómicas o de otro tipo y las tradiciones de su cultura.

Aquí os dejo dos muestras, para que vayáis abriendo boca…..

La ruta de la ciruela dura aproximadamente 3 h 30 min y el camino es de 8,5 km. En ella, se explica todo el proceso de esta fruta, desde su cultivo hasta la elaboración del aguardiente. En la última etapa de la visita, los participantes pueden aprender sobre su historia, ver el proceso de destilación y degustar en una destilería de la localidad de Stanz las diferentes especialidadades de productos que se realizan con estas ciruelas como licores, mermeladas, tartas, gelatinas y albóndigas.

Ciruelas en Stanz

Ciruelo en Stanz. Fuente: Flickr. Autor: Danny Krull. Licencia Creative Commons

La ruta “Tiroler Edle” es perfecta para los amantes del chocolate, dura aproximadamente 2 h 30 min y recorre 7 km. El trayecto comienza viajando en el teleférico hacia la cima de la montaña Venet, a 2.000 metros, al bajar se da un paseo sobre los pastos alpinos, se prueba la leche y se ve el proceso de elaboración del queso. El camino continúa en el Centro de Visitantes del Parque Natural de Gachenblick, donde los participantes pueden degustar una gran variedad de delicias tirolesas. En la etapa final, un autobús les lleva a la pastelería Haag de Landeck, aquí Hansjoerg Haag, crea algo extraordinario combinando técnicas innovadoras, cacao puro e ingredientes frescos y naturales de la zona obteniendo unos resultados sorprendentes con más de cuarenta variedades de chocolates.

Otras especialidades de estas rutas son: las manzanas de Haiming, las bayas de enebro de Kufstein, la leche y los quesos de los valles Lechtal, Ziller y Paznaun, las truchas del lago Pillersee, los frutos rojos de Rietz, los brotes de agua de manantial en Landeck, las hierbas alpinas salvajes del valle de Stubai y de los Parques Naturales Kaunergrat y Hohe Tauern, la carne de ternera del valle de Stubai, el aguardiente Wildschoenau Krautinger y el pan “Tiroggl” de Landeck.

GUÍA PRÁCTICA

Cómo llegar:

En avión. Desde España no hay vuelos directos a Innsbruck, todas las compañías realizan como mínimo una escala. Otras opciones son tomar un vuelo de bajo coste en Londres, ya que desde aquí Easyjet vuela a la capital del Tirol o dirigirse a aeropuertos cercanos como: Memmingen a 175 kms de Innsbruck dónde Ryanair opera con vuelos desde Alicante, Barcelona, Málaga y Valencia o Munich situado a 203 Km de Innsbruck, desde este aeropuerto hay trenes directos a la estación principal de Innsbruck que tardan aproximadamente unas dos horas y cuyo precio es de 45 euros.

Para acceder desde el aeropuerto al centro de Innsbruck, se puede utilizar el transporte público, tomando la línea F de autobuses públicos IVB que tarda unos veinte minutos en llegar al casco antiguo.

Para trasladarse a la región del Tirol West situada a a 80 kilometros de Innsbruck se pueden utilizar distintos medios de transporte como tren, autobús o coche de alquiler.

Cómo moverse:

En Innsbruck, la mejor forma de desplazarse es el transporte público ya que permite viajar por el centro así como por los alrededores de la ciudad de manera rápida y económica. Su red está compuesta por un buen número de tranvías, autobuses públicos (IVB), turísticos como el TST Sightseer y trenes al disponer de un importante número de conexiones con distintas ciudades del Tirol.

Para recorrer Tirol West, existen diferentes medios de transporte: tren, autobús, pero si se quiere tener más libertad, probablemente la mejor opción sea un coche de alquiler.

Otros:

En la capital de los alpes austríacos merece la pena adquirir la tarjeta Innsbruck Card, ésta permite viajar de forma gratuita en la red de transporte público, los autobuses de la compañía IVB, el autobús turístico Sightseer, los funiculares y teleféricos que rodean la ciudad y visitar sin ningún coste los museos así como sus principales lugares de interés. Tiene una validez de 24 (33 €), 48 (41 €) y 72 horas (47 €), los niños de entre 6 y 15 años tienen un descuento del 50%.

El Placer Pass o pase de la ruta del Placer se puede adquirir en todas las oficinas de turismo de la región TirolWest (Tirol Oeste) o directamente en algunos alojamientos de la zona.

Y tú, ¿quieres ser también nuestra amiga nómada? Aquí te contamos cómo. ¡Anímate!