Menorca es de esos lugares que una pisa para desconectar del mundo, de su vida ajetreada… Reúne todos los elementos necesarios para combatir el estrés y dar al viajero esa sensación armoniosa de descanso y paz. Pero en cuanto empiezas a urdir los planes que llevarás a cabo en la isla no eres capaz de anticipar lo que verás.

Los paisajes se te ofrecen en todo su esplendor, después de largas caminatas, rodeados de una marco verde mediterráneo que no se aprecia en las fotos. Los colores son indescriptibles. Tal vez vayas curtida en infinitas fotos de los viajes de tus amigas, tal vez vayas avisada con comentarios repetitivos de la belleza inconmensurable que contemplarás o tal vez la búsqueda de información en distintos post te hayan dado una retahíla de adjetivos que definen su superlativa belleza.

Pero solo sabrás de qué hablamos cuando visites la isla. Una invitación a no perderte lo que tal vez se convierta en el viaje de tu vida.

Hay algo en lo que haré verdadero hincapié: el color turquesa de sus aguas.

 

 

Más que un color es la sensación que produce en cada uno. Sabes que una flecha de Cupido ha atravesado tus retinas e instantáneamente juras amor eterno al ver una playa o cala de un color tan intenso, transparente, puro y perfecto. No puedes si no rendirte ante la aplastante sensación de perfección que se encuentra firme e imponente frente a ti.

Y ahora pongámonos serios, Menorca es belleza pura, es naturaleza radiante y es una constante lucha contra los malos hábitos humanos. La isla desborda luz y alegría, pero no puedo siquiera imaginar en qué se convertirá en los meses de verano.

Desde el avión, a mitad de camino entre Mallorca y Menorca, puedes echar la vista atrás y observar la isla completamente, es decir, grande no es pero en verano debe estar al punto del colapso. Y esto es mi opinión, que jamás he viajado en temporada alta, es de los pocos privilegios que otorga trabajar en hostelería.

Mallorca y Menorca a vista de Ryanair

Viajar en mayo es sinónimo de éxito rotundo, si quitamos algún ligero traspié. Precios asequibles, parking gratuito, todo abierto, no hay colas, llegas a cualquier cala o playa sin aglomeraciones, tiempo maravilloso, posibilidad de elegir sea restaurante u hotel sin tener que basarnos en la disponibilidad… y así un sinfín de pros que podría redactar.

 

TRANSPORTE Y ALOJAMIENTO

Empecemos por el vuelo, el mío costó 60 euros i/v desde Valencia. Vuelo directo de 1 hora, comprado a final de abril con fecha para mitad de mayo. Hay vuelos directos desde otras ciudades como Barcelona, Alicante o Bilbao.

El coche de alquiler lo reservé a través de OK Renta a Car. Ya he reservado en dos ocasiones con ellos y he quedado muy satisfecha con los precios, la flota de coches que tienen y la rapidez y eficacia en todas sus oficinas. No están presentes en los mismos aeropuertos, pero tienen servicio de shuttle de ida y vuelta gratuito. Recomiendo hacer la reserva a través de su página en internet y no a través de un operador, ya que si hubiera algún problema lo tendrías que resolver a través del operador que hayas contratado, sin embargo a través de su página ellos te lo resuelven.

El precio fue muy muy asequible: 20 euros por 3 días completos, con un seguro a parte de 45 euros. Total 65 euros por un fiat 500 con navegador incluido. Un chollo que, repito, es fruto de viajar fuera de temporada alta.

Lo mismo nos pasó con el hotel: el elegido fue el Playa Santandria, situado en la cala con el mismo nombre. A 10 minutos de Ciutadella y a pie de playa, está en un lugar privilegiado, con parking público gratuito en la misma puerta, con servicios de supermercado, restaurantes y farmacia cerca y sobre todo con vistas panorámicas del entorno. El precio fue de 55 euros en habitación doble con vistas parciales al mar y desayuno incluido para dos personas. El mismo hotel en pleno agosto sube a la friolera de 300 euros la noche.

QUÉ VISITAR

Para los amantes del senderismo aquí tienen una gran razón para dedicarle unos cuantos días a la isla: el Camí de Cavalls. Una ruta de 180 km que rodea la isla por la costa y que salta de cala en cala, en jornadas en torno a los 20 km/día.

Tomamos solo un tramo de una jornada y cruzamos de Cala Turqueta a Cala Macarelleta. El camino es sencillo, con desniveles suaves, en ocasiones algo pedregoso pero no es necesario ir totalmente equipado. Si que es casi obligatorio llevar agua, comida y un buen protector solar. Ya que muchas calas no cuentan con ningún tipo de servicio básico. También es obligatorio llevar bolsas de sobra para recoger tus propios desperdicios y no dejarlos en nigún caso abandonados en la naturaleza.

Las calas del norte son más abruptas y rocosas con aguas transparentes. Y las del sur con aguas más turquesas y arena blanca. Si hace viento, dependiendo de dónde vengas, interesará más ir a unas o a otras.

 

CALA D´ENMIG

Cala al noreste de la isla de camino al Cabo de Favaritx. Puedes dejar el coche en un lado de la carretera y empezar el camino que pronto te lleva a un muro que indica que es propiedad privada.

Cruzas el pequeño muro que corta el camino y prosigues a través de un camino que cuenta con casas y recintos abandonados donde no se recomienda entrar por peligro de derrumbe. Tras andar unos 20 minutos llegas a un acantilado desde donde divisas esta cala. No es de fácil acceso y tendrás que dar un buen rodeo si deseas bajar. Esta cala pedregosa solo se encontraba habitada por cientos de gaviotas.

 

CALES COVES

Como su nombre indica es una cala rodeada de montaña con cuevas excavadas en la roca donde han vivido (y viven) hippies. Una cala de arena y roca de agua turquesa que permite situarse en cualquier parte de ella, y donde fondean algunos barcos. Sus cuevas subterráneas son visitadas por buceadores.

 

CALA EN PORTER

Cala de arena blanca y aguas transparentes, con bares, baños y sombrillas de alquiler. Tiene parking gratuito a escasos metros de la arena.

 

CALA TURQUETA, CALA MACARELLETA Y MACARELLA

Si tuviera que elegir entra las que he visitado y mis gustos playeros sin duda me quedo con estos pequeños paraísos. Representan todo lo que puedo esperar de mi edén particular: entorno mágico, arena fina y blanca, vegetación, rocas, agua turquesa y silencio relajante.

Macarelleta

Una vez en Macarelleta puedes subir por la parte izquierda de la montaña y observar desde el mirador la imponente vista que ofrece, con barcos fondeados en mitad de un azul brillante y, algo más a la izquierda, observar Macarella a vista de pájaro. Entre la caminata, el calor y el síndrome agudo de Stendhal permanecí inmóvil y en silencio, admirando la estampa conmocionada y sumida en un deseo profundo de que el tiempo se parara para dejarme vivir este momento como mínimo toda la vida.

Casi todos los buenos lugares se hacen de rogar ya que el coche se queda algo alejado de la playa, deberás andar durante un rato para poder llegar.

En temporada alta el parking es limitado por lo tanto será relevante la hora a la que llegues aquí. Por el camino hay paneles donde indica la disponibilidad de plazas en estas calas y así no hacer el camino en vano.

El camino hasta aquí también es digno de mención: parcelas delimitadas por muros de piedra sobre piedra. Y tras ellos campos de trigo, campos de pasto de vacas, piaras y en general un paisaje rústico que nada hace presagiar que estás a escasos kilómetros del mar.

Si no dispones de coche, en los meses de Mayo – Junio y Septiembre – Octubre, tienes la empresa de autobús www.bustorresmenorca.com que por un precio de 4,90 el trayecto te deja en Cala Turquesa desde Ciutadella. Para otros destinos consultar su web.

 

CALAS ES ALOCS Y EL PILAR

Situadas al norte, estas calas tienen un duro y largo recorrido hasta llegar a su fin, pero tanto el camino es gratificante como la imagen final lo merece.

Si dispones de un 4×4 puedes llegar casi hasta el final, pero si no olvídate y más si vas con coche de alquiler ya que tiene muchos desniveles y piedras grandes.

Puedes llegar a través de la cala es Alocs, de piedra redonda y afilados acantilados. Para llegar al Pilar deberás hacer un último esfuerzo y atravesar la montaña que separa estas dos calas por la parte izquierda del camino. Llegarás a una cala arcillosa totalmente distinto a todo lo que has visto hasta ahora.

 

CALA RAFALET

Es muy pequeña, creo que caben 2×2 toallas y aunque no es muy concurrida, conviene no ir tarde. Si estáis solos, no tendrá nada que envidiarles a los habitantes de “La Playa”. Es una estrecha y larguísima lengua de mar con los dos cortes de roca a los lados. Tendrás que ir hasta el este para encontrarla.

 

CALA PREGONDA

En la parte norte, de arena y roca de color rojizo, esta playa de aspecto lunar esta entre las predilectas de los visitantes. También debes andar unos 20 minutos hasta llegar a ella, pero en llano.

 

CAP DE FAVARITX

Situado al nororeste de Isla, es de los más bonitos, por no decir el que más. Aparcas a escasos metros de él y se impone flamante sobre la roca y el mar que lo rodea.

 

DÓNDE COMER

Tuvimos dos maravillosas experiencias en la Cova Sa Nacra (Sa Caleta): Un restaurante situado en una cueva cerca de la cala Santandria. Con vistas increíbles, atención exquisita y comida muy rica. Precios bastante buenos. En torno a 15-20 euros por persona.

Vistas desde la terraza exterior

Restaurante El Molí des Compte en Ciutadella, un antiguo molino reconvertido en restaurante que se encuentra en la Av. de la Constitución. Comida menorquina y mediterránea por un precio de 25-30 por persona.

Pizzería Roma, situada en la calle Pere D´Alcántara de Ciutadella. Pizzas al horno, atención rápida y eficaz y precios muy buenos. De 13-15 por persona.

La Gula bar, en el Muelle de Poniente de Mahón. Si estás de visita por el paseo marítimo o puerto haz un alto en este animado bar, donde sus simpáticas camareras y su abundante y rica comida harán de tu visita una muy buena experiencia. Cabe también indicar que la playlist que tenían sonando era lo mejor de lo mejor.

 

ATARDECERES

Un clásico donde los haya pero no por ello menos espectacular: la Cova d´en Xoroi en la cala En Porter. Esta cueva hecha bar – discoteca es un lugar de visita tanto de día como de noche. Recorre varios metros en sentido descendente sobre un acantilado que rompe sobre mar abierto. Sus vistas no son comparables con nada, y aunque mucha gente espera a que atardezca para irse, no dejes pasar la oportunidad de verla por la noche iluminada.

Cap de Cavallería, situado en la parte más saliente al norte de la Isla. A 5 km de Fornells ofrece grandes vistas sobre el mar y los islotes que lo rodean.

Punta Rafalera, cerca de Santandria, este agreste terreno se situa en una posición privilegiada. Hay zonas llanas para poder sentarse cómodamente. No sólo las vistas te dejarán sin habla, también la fuerza del mar que rompe sobre los acantilados.

 

OTROS

Y ¿como no?: BUCEO.

Si tienes la suerte de poseer el OPEN WATER o superior, la isla ofrece lugares maravillosos de buceo. Nosotros solo pudimos visitar uno: la Reserva Marina del norte de Menorca. Partiendo de Fornells tienes una impresionante reserva marina con bancos de barracudas y cigarras de mar. Visibilidad perfecta, grietas llenas de vida y un precioso recorrido de 50 minutos.

Si prefieres el snorkel no dejes jamás tus aletas en el coche, con ellas podrás recorrer grandes distancias sin cansarte y tal vez puedas recorrer más de una cala.

 

En definitiva, no hace falta irse lejos, ni tener grandes aventuras para disfrutar al máximo de tu viaje, porque el viaje no es dónde es cómo lo vives. Y Menorca es para mi, uno de mis grandes viajes.