Hawaii está en los sueños más exóticos que hayamos tenido desde la infancia. Hablar de este archipiélago es hablar de la vida que a todos nos gustaría tener… sobre todo si nos tocara la lotería.
Cuando pones los pies por primera vez en esta tierra tan apartada de cualquier continente se te borran algunos mitos que das por hechos, como que cuando aterrizas una azafata te saluda con Aloha y te planta un collar hawaiano (Lei) o que por doquier todo el mundo baila el Hula.
Lo cierto es que nada importa y el paso de los días hacen que te acostumbres a ese modo de vida bohemio que desprende la isla y las costumbres sean fáciles de adoptar. El recibimiento con Aloha, el agradecimiento con Mahalo o el saludo Shaka que surferos o no hacen en cualquier encuentro.

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Barry Lawrence Ruderman Antique Maps Inc.

Las carreteras en Maui hacen forma de 8 y es así como atraviesas la isla, de forma circular y sólo se puede cruzar al otro lado cuando pasas el volcán Haleakala por la parte más estrecha de la isla. Para todas las demás zonas deberás seguir la única carretera principal que rodea la isla.
Si te gusta hacer snorkel, bucear, surfear, subir a lo alto de un volcán, perderte en la selva o atravesar una de las mejores rutas de carretera del mundo entonces Maui es tu lugar.

A continuación te voy a dar unas cuantas razones para que ajustes tu bolsillo en tu viaje a EEUU y hagas un salto para conocer una o varias islas de este archipiélago.

Snorkel y Surf

Siguiendo la carretera de Honoapiilani Hightway, al noroeste de la isla, encontrarás tres fantástico emplazamientos para este fin:

Black Rock, considerada una de las mejores playas de la isla, con casi 5 kilometros de arena blanca y suave, multitud de ocio y por supuesto un snorkel increíble. Sobre una cornisa de lava volcánica el agua tiene una visibilidad espectacular incluso en las partes más profundas. Puedes chocar con una tortuga que esté por la zona, así andate con ojo.

Napili Bay siguiendo al norte por esta carretera nos cruzamos con esta playa solitaria, al menos cuando la visitamos a primera hora de la mañana. De un azul turquesa intenso que te deja sin respiración durante algunos segundos. La playa es estrecha y cubierta de vegetación, no esperes tomar el sol pero sí investigar su fondo marino.

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Honolua Bay, la más al norte, antes de emprender rumbo al noreste. Un cartel situado a la entrada de la playa reza que puede ser uno de los mejores lugares de snorkel de la isla siempre y cuando sus aguas no tengan un color verdoso. La mala suerte quiso que así estuvieran y no pudiéramos disfrutar del agua que, además, no arrinconó en un tramo de la playa donde nos habíamos apartado para pasar un rato en una zona más alejada. En cuestión de minutos la marea subió y casi nos deja naufragando. Lo que sí disfrutamos fue el camino hasta llegar a la playa, atravesando un bosque frondoso (sin pérdida) con la única compañía de los gallos, gallinas y polluelos que habitan la isla.

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Tal vez el lugar más famoso del mundo para practicar surf se encuentra aquí, al norte de Maui, en Ho´okipa Beach Park. Vale la pela ir en dos momentos distintos del día y ver como un sol dorado brilla con fuerza sobre la gran masa de agua que ondea hacia la bahía ante tus ojos.

En esta misma playa hay una zona protegida que esta reservada para el desove de las tortugas que reposan en la arena inmóviles a escasos metros de ti.

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Ruta peligrosa

Como amantes de las carreteras no podíamos dejar pasar la oportunidad de recorrer la Hana Hightway que se encuentra en la lista de las consideradas “carreteras peligrosas”, esto se debe a sus 620 curvas, sus puentes de sentido único, algunos tramos estrechos y la visión cegadora que te hace perder la realidad y con ello la concentración.
Se tarda alrededor de dos horas y media o tres en llegar desde el comienzo en Kahului y su final en la ciudad con el mismo nombre, Hana.

Hay dos zonas de carretera que rodean la isla, que no te avisan en los centros de alquiler de coches y que solo algunos mapas advierten, los cuales no cubren los seguros del coche de alquiler. Esto se debe a la falta de pavimento, desprendimiento de piedras, terrenos resbaladizos en caso de lluvia o zonas muy estrechas de paso. Usamos lo dos tramos extremando la precaución, no son zonas peligrosas como tal, aunque tuvimos la suerte de pasar por allí cuando las condiciones climatológicas eran óptimas. Estos tramos son los que van desde Kapalua hasta Waihee. El otro es el tramo de Kaupo.

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Naturaleza exuberante

Puede que abusar de los superlativos y los adjetivos más exóticos que pasen por mi mente al final resulte repetitivo y falto de originalidad, lo cierto que me quedo corta siempre que a impresionante me refiera. Los paisajes que vi allí no tienen parangón y resultan vibrantes e increíbles. No puedo compararlo, ni quiero, a nada que haya conocido antes, simplemente porque su caprichosa situación geográfica hace especiales estas islas. Tantos años labrados con vientos infernales, sol penetrante, aguas furiosas y con climas de todo tipo. ¿Qué se puede esperar entonces?
Pasamos sobre cuatro días en cada isla, y no fue ni de lejos suficiente. Hawaii en si requiere paciencia y atención, como decía anteriormente, el mismo paisaje parece otro dependiendo de la hora del día.
La tranquilidad que ofrece el oeste no la da ninguna otra parte de la isla, la exuberancia del norte da paso al árido y solitario sur.

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Contrastes

El sur y el norte de Maui no tienen nada que ver. El viento azota con fuerza constantemente y obliga a tomar la forma que él ordena. Los altos árboles, la húmeda vegetación, el agua que mana de cada rincónal norte, mientras que en la parte sureste, por Kaupo, se encuentra árboles retorcidos de tanto doblegarse a la fuerza del viento, no hay casas ni habitantes y poco más que una tienda, una iglesia y algún coche o moto puedes encontrar por esta zona que, por otro lado, es fascinante.

La carretera serpentea sobre el terreno árido, bordeando los acantilados desde los que se obtiene una visión del océano Pacífico muy distinta a la de las otras costas de Maui. Detente en la Kaupo store a tomarte un refresco mientras charlas con la simpática dependienta del lugar, que averigua tu procedencia y a continuación señala el billete que te identifica con él. Adorarás el silencio del lugar solo roto por el sonido del móvil de bambú que cuelga de su porche y por la fuerza del océano que te hará olvidar por un rato la civilización consumista al otro lado de la isla.

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¡Buenas rutas aventurer@s!