Hace poco volví a Londres por cuarta vez. Y es que hay ciudades a las que merece la pena volver y, sin lugar a duda, Londres es una de ellas, o al menos para mí. Ya hacía unos años que no iba y, realmente, tenía ganas de callejear por la ciudad… perderme y descubrir algún nuevo lugar.

Antes de empezar a buscar nada, me releí el post de Ana en la web (lo puedes leer aquí) y volví a encapricharme de Little Venice, luego las cosas cambiarían…

La idea de ir a Londres a celebrar tu cumpleaños con los “amigotes” de siempre… Sí, tengo la suerte y el placer de poder decir que, pese a las vueltas que da la vida, después de casi un cuarto de siglo seguimos riendo y llorando juntos y ¡tomando cervezas! Pues lo que os decía, que me pongo sentimental y me voy del tema, ja ja ja, la idea de volver a Londres con ellos era la excusa perfecta para de nuevo, sentir Londres bajo mis pies.

Para la mayoría de ellos era su primer viaje a Londres, así que durante 3 días nos pateamos la ciudad de día y de noche, pero cuando no es tu primera vez en un lugar y quieres satisfacer tu curiosidad innata por descubrir nuevos rincones, no te queda otra que investigar. Viajeros, ¡estoy segura que sabéis de lo que hablo! Tenía ganas, muchas ganas de ver algo nuevo que no estuviera muy lejos de alguna de las rutas que habíamos pensado en realizar y cuando una amiga me habló de Neal´s Yard sabía que tenía que hacer lo posible por meterla en ruta. Sí o sí tenía que convencerlos de que era sumamente necesario ir a visitar este lugar.

Me enamoré de esta pequeña y colorida plaza antes de visitarla, no podía dejar de preguntarme cómo no la había descubierto antes y decidí que esta vez sería mi pequeño regalo viajero. Regalo que hoy os traigo para que la descubráis, no os la perdáis en vuestra próxima visita a Londres y enamoraos como yo de la energía buenrollera que transmite este entrañable y psicodélico lugar.

Mantened los ojos bien abiertos, hay miles de pequeños detalles concentrados en este pequeño lugar.

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Detalles de Neal´s Yard

El culpable del origen de este colorido espacio fue Nicholas Saunders, que en 1976 decidió instalarse en un almacén polvoriento en una pequeña, sucia y gris plaza cerca de Covent Garden. Allí fundó su primera empresa, una tienda de alimentación orgánica y de productos a granel, llamada Whole Food Warehouse, aquello fue un éxito y después siguieron varias más: como la famosa Neal´s Yard diary, tienda de productos lácteos de las Islas Británicas, la Neal´s Yard Remedies especializada en cosméticos naturales y medicina alternativa que actualmente se ha convertido en una exitosa cadena británica. En poco tiempo la plaza empezó a cobrar vida y movimiento hasta convertirse en lo que es hoy, un lugar ideal para parar y perderse.

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Entrada por una de las calles

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Fachada de la peluquería

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Neal´s Yard se encuentra en el área de Seven Dials, entre las calles Neal Street, Short Gardens y Monmouth Street, pero se accede a ella tan sólo por dos de estas calles: Short Gardens y Monmouth Street.

La zona de Seven Dials está llena de cafeterías, restaurantes y tiendas de ropa de diseñadores independientes. Es otro lugar por donde callejear, perderte entre sus calles y disfrutar de un agradable paseo.

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Mapa de la zona de Seven Dials

Pequeña curiosidad que al estar allí me llamó la atención: fijaos en el pilar que hay situado en la plaza donde convergen las 7 calles que dan nombre a la zona. Hay relojes de sol orientados a las calles, pero ¡tan sólo hay 6 relojes de sol!, ¡sólo 6! y eso es porque en un principio se pensó que serían 6 calles y no 7. Me tendríais que haber visto contando los relojes y mirando las calles ja ja ja. No entendía por qué faltaba un reloj.

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Pilar de 6 relojes en 7 Dials

Llegar a Neal´s Yard es fácil, aunque nosotros nos dimos una vuelta por la zona antes de conseguir entrar por la calle correcta, pero esa es otra historia…

Esta pequeña plaza se encuentra a cinco minutos de dos paradas de metro. Una es Covent Garden, parada de metro de la línea Piccadilly y la otra es Leicester Square, líneas Northern y Piccadilly.

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Sigue el avión y llegarás a Neal´s Yard.

Si volviera a ir ahora que viene el buen tiempo, a media tarde me acercaría a Covent Garden. Desde allí, callejeando llegaría a Neal´s Yard, para acabar el día cenando o tomando unas pintas por el Soho.

P.D. No os olvidéis de mirar hacía arriba, llamadme flipada, pero hasta el cielo de Londres en Neal’s Yard tiene otro color. 

Espero que en vuestra próxima visita a Londres os enamoreis como yo de la energía buenrollera que transmite este entrañable y psicodélico lugar.

¿Conoceis otros lugares peculiares de la ciudad?

¡Buenas Rutas!