Escrito por: Dur Montoya.

Recuerdo que el nomadismo fue un término que aprendí cuando estaba pequeña en alguna clase de sociales, pero jamás me imaginé que mi vida adulta  tornaría a ese estilo de vida en pleno siglo XXI.

Desde siempre había soñado con comprar una combi modelo 68 e irme por toda Sur América, pero cuando me casé la ruta cambió, sólo un día después de la boda salimos a Londres para un luna de miel indefinida, a empezar una vida juntos y una  gran aventura.

Estuve en Londres 3 años, donde tuve la oportunidad de aprender inglés, tener trabajos con el que muchos sueñan, viajar a otros países y allí finalmente logré graduarme en algo que sí me gustaba después de picar varias carreras en mi país.

Aunque los cambios fueron duros, ese primer viaje me dió un rumbo, un norte a seguir en mi vida.

Mi esposo, es fotógrafo profesional y también soñaba con dar la vuelta al mundo; un día viajó a Ghana, en ese viaje supo que su cámara sería nuestro pasaporte para hacer el sueño realidad: Viajar.

Como a los dos también nos apasiona trabajar con proyectos sociales entonces creamos un servicio donde los dos aprovechamos nuestros talentos y profesiones para ganarnos un salario que aunque no es constante y tampoco siempre es en efectivo sí nos permite vivir cómodos y felices.

Inicialmente por seguir los proyectos sociales brincábamos de continente en continente pero sí que teníamos un país base, el cual era  Camboya, un país tan inspirador como retador, donde aprendí de Budismo, a dormir bajo 40 grados de calor, a cocinar tarántula entre experiencias loquísimas… Con el tiempo nuestro clientes fueron definiendo nuestra rutas hasta el punto que cada noche la pasamos en lugares diferentes, con decirles que responder: «¿Dónde vivo?» es la pregunta más difícil para mi, la gente no está preparada para escuchar la respuesta: “Eh bueno hoy vivo aquí, lo que pasa es que soy nómada”, y yo tampoco sé cómo explicarlo para mitigar el impacto.

Ahora llevamos casi tres años de nomadismo, tengo una amiga que nos dice Mr. y Mrs. Airbnb, ya que es nuestro alojamiento favorito.

Mi madre dejó de preguntarme cuándo compraría una casa, tendría hijos y volvería a tener un guarda ropas como las personas normales, se dio al dolor de tener una hija callejera que todas sus pertenencias caben en un morral de 8 kilos. Ella aún no entiende cómo vivo, cómo me gano la vida y cómo puedo adaptarme a cada cultura tan diferente, ya sea en Africa, Europa o Asia.

Hoy les escribo desde Madrid, pero esta misma semana volveré a mi continente favorito a Asia, por ahora sólo sé dónde estaré la primera semana a mi llegada, luego todo es sorpresa, cada día que despierto es en un lugar nuevo, un paisaje diferente, un clima nublado o soleado, en la montaña, el mar o el desierto. ¿Qué no varía en mi vida? Bueno mi esposo y mi morral de 8 kilos.

¿Qué ha sido lo más sorprendente de mis viajes?

Siempre me sorprende el papel de la mujer en la sociedad, no importa el continente o la cultura, es el mismo patrón, desigualdad y sacrificio. Por eso, me encanta que existan comunidades como esta: Mujeres Nómadas, para apoyarnos mutuamente.

Claro que cada viaje me entrega un aprendizaje único y espectacular, pero el papel de la mujer sí que me soprenden muchisímo.

¿Cómo logro viajar con 8 kilos de equipaje?

El mismo nomadismo paulatinamente me ha llevado a desapegarme de lo material, compro solo la ropa que voy a usar, por ejemplo sólo tengo un par de zapatos y siempre los llevo puestos. Un par de blusas y pantalones de tela ligera y secado rápido y un kit básico de maquillaje.

¿Cómo vivo viajando?

Ahora que llevo una década viajando, desde el principio me dejé guiar por expertos siguiendo los consejos: «Siempre estar enfocada, hacer lo que me apasiona y aprovechar mi talento y profesión». Obviamente hay que seguir preparándose, aprendiendo, simpatizando con la otra cultura, y seguiendo el corazón.  Esas cosas me ayudan a saber qué quiero y cómo aprovecharlo y finalmente convertirlo en salario.

¿Hasta cuándo seguirás de nómada?

¡Ni idea! Definitivamente es un estilo de vida que te da mucha libertad, el tiempo se pierde completamente no se sabe qué día de la semana es ni la fecha, nada. Ser nómada es salirse del sistema sendentario que aunque tiene sus retos es un estilo de vida válido y muy enriquecedor.

Si aconsejo a todas las chicas a vivir felices, a que cada una imponga las reglas que salgan del corazón. ¡A vivir diferente con un estilo! No tienen que dejarlo todo, el nomadimos no es para todo el mundo sin embargo la única forma de saberlo es haciéndolo, o un simple arriesgarse a un viaje sin tiquete de regreso puede darte la respueta que estás buscando para mejorar tu forma de vivir. Y lo más importante es compartir las experiencias viajeras para seguir alimentando sitios como este e inspirando a otras a superar nuevos retos.

Viajando a Indonesia, Bali, Flores, Java y Sumatra.

Soy cofundadora y presentadora en ColomViajeros, Viajando Con Pasaporte Colombiano y ZoomIn Projects.

Ofrezco mentoría para proyectos sociales y viajes. Me encanta el vino, el chocolate, el fuet,  montar en avión, amo mi familia a quien visito por skype, trabajo mucho así parezca que siempre estoy de vacaciones.

Si quieres seguir los pasos a Dur Montoya y conocerla más, puedes visitar sus blogs en www.colomviajeros.com y www.viajandoconpasaportecolombiano.com.

Y tú, ¿quieres ser también nuestra amiga nómada? Aquí te contamos cómo. ¡Anímate!