Y ahora es cuando te preguntas… «¿cuándo voy a poder convivir yo en una comunidad indígena?» Eso es lo que yo me cuestionaba hasta que un enriquecedor voluntariado en la Comunidad de La Lucha, en Petén, Guatemala me encontró.

Decidí entonces dejar mi ruta turística que estaba haciendo por Guatemala y centrarme en esta comunidad que tantos valores me podía inculcar.

Si quieres conocer mi ruta por Guatemala pincha en: 10 LUGARES QUE VISITAR EN TU RUTA POR LIBRE EN GUATEMALA

Escenario salvaje y natural, alejado e ideal para poder centrarme en esta experiencia tan increíble.

La Lucha, Petén, Guatemala, es una comunidad parte indígena y parte ladina, por lo que la convivencia y respeto hacia otras culturas, otro idioma, otras religiones se da en el día a día…

Formaron una cooperativa donde se dividieron la tierra y la trabajan cooperando lxs unxs con lxs otrxs. Cuenta con una escuela donde asisten adorables niñxs entre 4 y 13 años.

«¡IMPORTANTE! La idea de involucrarse en las comunidades puede generar controversia puesto que de alguna forma se puede interpretar como que se puede «interrumpir en su cultura«. La idea no es perjudicar a estas comunidades, si no ampliarles la visión. Es muy enriquecedor para todo ser humano ser conocedor de otras culturas para poder pensar y decidir por dónde se quiere seguir…»

Teniendo en cuenta el mes de convivencia en La Lucha, te doy lo siguientes consejos prácticos para que puedas disfrutar mejor de la experiencia:

1- INTERCAMBIA VIVENCIAS CULTURALES

Les encanta escuchar y ¡preguntarte sobre tu vida en tu país de origen! Esto es algo muy positivo puesto que de este modo pueden ampliar su visión de vida abriéndose a una cultura más «abierta».

Sus preguntas típicas son «si estás casada«, «tienes hijxs«… Y como digas que «no«… ¡Se extrañan y siempre te preguntar el «por qué»!

Estas familias por lo general empiezan a tener hijxs a los 15 años y tienen una media de 6-7 hijxs.

¡Intenta hacerles ver que la vida no tiene que ser sólo casarte y tener hijxs, y que las mujeres también podemos elegir!

2.- RESPETA SU CULTURA

Tuve la suerte de poder convivir con 2 culturas diferentes la Q’eqchi y la ladina. Cada una tiene un idioma diferente Q’eqchi (lengua maya) y el castellano.

Pasaba cada día en una casa diferente y por lo tanto aprendía algo nuevo, siempre respetando las costumbres de cada familia. ¡Aprovecha esta diversidad!

3.- PRUEBA SU GASTRONOMÍA

Cada día me daban las 3 comidas una familia diferente por lo que tuve la oportunidad de probar toda su gastronomía cocinada por diferentes cocineras. Y sí, digo «cocineras» porque en La Lucha solamente cocinan las mujeres o las niñas… generalmente en sus hornos de leña. El machismo está muy presente aún desgraciadamente.

¡Se extrañaron muchísimo cuando les conté que yo no sabía hacer tortillas porque en España no las teníamos! Por lo que no tardaron ni un segundo en enseñarme a tortear. ¡Fue muy divertido!

En esta zona del Petén son muy afortunadxs puesto que tienen una tierra muy fértil que da todo tipo de frutas y verduras… Por lo que la comida es 100% natural. No tienen frigorífico así que todo se cocina en el momento.

¡Tortean hasta 3 veces al día!

4.- DA MUCHO AMOR

Lo que das, recibes. En una comunidad donde todxs viven para ayudarse lxs unxs a lxs otrxs se respira mucha colaboración y por lo tanto por un 10% de amor/atención que des… ¡Ellxs te devolverán un 100%!

Trabajan muchísimo puesto que la vida en el campo no es fácil, así que un poco de escucha/interés que les prestes, ¡te lo multiplican por 1000!

5.- INVOLÚCRATE PARTICIPANDO EN SUS ACTIVIDADES

Estas comunidades suelen recibir capacitaciones para que sus habitantes puedan ser autónomos y en La Lucha realmente las saben aprovechar.

Tuve la suerte de poder participar en la elaboración de jabón y champú natural con lxs jóvenes.

Visité sus apiarios los cuales dan una excelente miel de calidad.

Caminé por sus parcelas y participé en una capacitación de hostelería.

Y aún tuve tiempo de hacer excursiones en bicicleta para visitar los cenotes salvajes cercanos.

¡Todo un lujo!

6.- ENSÉÑALES ACTIVIDADES CREATIVAS

Actividades donde lxs niñxs desarrollan sus habilidades como hacer pulseras con hilos o lanas, diseñar colgantes y anillos con alambres o manualidades hechas con cartón o botellas de reciclaje…

¡Les vuelven locxs y ellxs aprenden muchísimo!

7.- IMPARTE CONOCIMIENTOS DE INGLÉS

El principal objetivo del voluntariado era impartir clases de inglés en la escuela. Al estar cerca de la frontera con México, desgraciadamente, lxs niñxs más mayores anhelan ir a Estados Unidos a trabajar para ganar dinero y mandarlo a su familia, por lo que están muy atentxs a las clases de inglés que se imparten tanto en la escuela como en el horario extraescolar mediante juegos. 

¡No dejes de jugar con ellxs, tienen una memoria excelente y mediante estos juegos aprenden rapidísimo!

8.- INVOLÚCRALES EN TEMAS MEDIOAMBIENTALES

Es importante que el reciclaje, el tema de la basura y el interés por cuidar el mundo llegue también a las aldeas más alejadas. 
Por lo que realiza actividades, fomenta las charlas sobre los ríos/árboles, crea vídeos caseros, realiza dinámicas e incluso planta árboles con ellxs. Hazles entender que el mundo es mejor cuando más limpio está. 

En la Lucha se hicieron varios «trenes de aseo» limpiando la basura de la escuela, el arroyo, o incluso sus propias casas…

¡Todo es más lindo cuando está limpio!

9.- PARTICIPA EN ACTIVIDADES ESCOLARES CON LXS PROFESORXS Y MADRES

Es muy enriquecedor ser partícipe de actividades escolares con lxs profesorxs e incluso con las mamás de lxs niñxs…  Sí, digo «mamás» porque ningún papá acude a estas juntas.

Siempre les gusta que aportes tu punto de vista por lo que querrán que participes activamente en sus juntas. ¡Yo tuve la suerte de poder hacerlo y me encantó!

10.- ¡ANÍMALES A QUE SIGAN ESTUDIANDO!

Lo incluyo en último lugar para que no se olvide el principal objetivo de esta convivencia.

Desgraciadamente, muchos de estxs niñxs dejan de acudir a las clases porque tienen que trabajar o porque sus papás/mamás tienen que trabajar y ellxs mismxs tienen que cuidar a sus hermanitxs o sacar adelante su casa, aún teniendo 8-9 años.

¡Recordemos que uno de los derechos del/a niñx es el estudio!

Durante el curso escolar 2019, se llevó a cabo un taller de lectura y de esta iniciativa salió uno de los proyectos más bonitos que hemos realizado con lxs niñxs, profesorxs y algunxs voluntarixs y ex voluntarixs de la comunidad: este pequeño libro de cuentos, donde se entrega a través de sus palabras, experiencias vividas y también historias que salen de la imaginación.

Al conocer dos mundos, unx puede darse cuenta de la diferencia que hay en el sentir de unx niñx que vive en la ciudad versus lxs que viven en la selva, una vida con un esfuerzo diferente día a día bajo un fuerte sol, una simplicidad única, una vida esperanzadora en medio de árboles y animales, pero también con finales inesperados para almas inocentes.

El libro de cuentos lo puedes encontrar aquí.

Esta comunidad me enamoró y están buscando voluntarixs para este curso escolar, por ello si quieres poner en práctica estos consejos en La Lucha, puedes apuntarte aquí o contactarme a mí.

Además, aquí te dejo más información sobre el programa de voluntariado.

¡GRACIAS a lxs profesorxs Odi, Hilario, Nery, Perla… A las familias que tan bien me acogieron y sobre todo a mis queridxs niñxs que tanto extrañaré!

«A nosotros los mayas nos enseñan desde pequeños que nunca hay que tomar más de lo que necesitas para vivir.
Rigoberta Menchú»