Escrito por: Anna Boschdemont.

Cautivador, colorido y caótico: así es Vietnam. Con unos paisajes sublimes, una gastronomía excelente, un nivel de vida muy asequible y una actividad en la calle que resulta el mejor espectáculo de entretenimiento que se pueda pedir, el exótico país del sureste asiático es tan agradecido de visitar que el visado gratuito de dos semanas sabe a poco.

Pero atención, antes de ir, será mejor que sepas unas cuantas cosas:

1. TRÁFICO EN HO CHI MINH.

Hay muchas motos. Muchas. Todo hemos oído acerca del tráfico abrumador de algunos países asiáticos, pero después de deambular tres meses por los países vecinos y pensando estar ya acostumbrada a convivir con tal cantidad de motos por metro cuadrado, el tráfico de la Ciudad Ho Chi Minh me dejó atónita. Lo sé porque padecía cierta ansiedad cada vez que tenía que cruzar la calle. Definitivamente, esperar a que no pase nadie NO es una opción. La técnica que utilizan los viandantes consiste en “fluir con el tráfico” o “bailar con las motos”, es decir, precipitarte avanzando a ritmo constante sin movimientos bruscos y con convicción. En mi opinión, más que una técnica, cruzar la calle es un arte que requiere mucha práctica. Solo puedo decir que, cada noche antes de acostarme, estaba más agradecida de seguir viva de lo normal.

2. TEMPERATURA EN DALAT.

Si quieres visitar Dalat, tenlo en cuenta a la hora de hacer la mochila: las temperaturas son bastante más bajas que en el resto de destinos turísticos del país, especialmente de noche, ya que esta ciudad vietnamita se encuentra a 1.500 metros sobre el nivel del mar. Dalat, tierra de bayas y boniatos, es ideal para un pequeño retiro de la vida urbana, donde puedes gozar de aire puro y paisajes extraordinarios.

3. AUTOBUSES VIETNAMITAS.

Los autobuses de largo recorrido vietnamitas son la bomba: más conocidos como sleeper buses, tienen dos pisos de asientos/camas confortables, con mantas incluidas. Son muy modernos, algunos hasta ofrecen wifi a bordo. Pero, no tienen baño y nunca se sabe cuántas veces van a parar en las “estaciones de servicio” durante el recorrido, así que atención con la cantidad de líquido que decidas beber.

4. CRUZAR LA FRONTERA.

Al cruzar la frontera de Camboya a Vietnam, el oficial de la ventanilla te va apuntar en el pecho con una pistola. No es lo que parece, es un termómetro supersónico que comprueba que no tengas fiebre, ya que debes entrar en Vietnam en plena forma.

5. VENTA AMBULANTE EN HANOI.

Si paseas por la calle de la catedral de Hanoi, es posible que te encuentres con una vendedora ambulante de buñuelos. Aunque tienen buena pinta, cuando les hincas el diente decepcionan bastante. Lo peor es que la señora te embaucará dándote uno a probar: si lo coges, lo tendrás que pagar o aguantar sus gritos durante los siguientes 50 metros.

6. EL CAFÉ.

No te marches sin probar el egg coffee o el coconut coffee, que podrás encontrar en la mayoría de cafeterías vietnamitas. Aprovecha también para comprar café bueno: en la calle de la catedral de Hanoi hay un montón de tiendas en las que puedes oler el aroma de distintas variedades de café antes de decidir.

Entre ellos está el weasel coffee, café de comadreja, parecido al kopi luwak indonesio hecho a partir de las heces de estos animales, a los que tienen encerrados en jaulas comiendo granos de café para luego vender el producto como “el mejor café del mundo”. Todas las viajeras responsables nos negamos a fomentar esta práctica tan cruel, así que tenlo en cuenta cuando vayas a comprar café.

7. SPOILER VIAJERO.

Spoiler: Hoi An te va a enamorar. Su casco antiguo es un oasis de paz bien fotogénico. Lleno de farolillos en vez de motos, se puede pasear sin la constante preocupación del tráfico. Es el mejor sitio para comprar objetos de artesanía local.

8. SOPA LOCAL.

Hínchate a Pho. Verás que los locales toman esta sopa de fideos típica a todas horas, también como desayuno. ¡Y es que está tan rica! En los restaurantes vegetarianos encontrarás pho con seitán o setas en lugar de carne. Además, normalmente te traen un plato aparte con limón, chiles y hojas verdes para que puedas personalizar tu sopa.

9. BAHÍA DE HALONG.

Si quieres ir a pasar un día en la bahía de Halong, podrás reservar el tour en cualquier agencia turística u hotel. Los paquetes que ofrecen son todos similares, con un recorrido en kayak o barca de bambú a elegir. Si quieres ir en kayak, ponte algo de ropa de recambio en la mochila, ¡puede ser que te mojes!

10. LUGAR RECOMENDADO.

Detrás de la animada vida callejera, se pueden encontrar sitios más recogidos para sosegar, volver a la zona de confort por unos instantes saboreando platos occidentales o trabajar con buen wifi. Dos ejemplos de la capital vietnamita son Xofa y Hanoi Social Club. Aunque solo sea por sus deliciosos pasteles caseros, vale la pena pasarse.

Si quieres seguir los pasos a Anna Boschdemont y conocerla más, puedes visitar su blog en www.theperfumedbackpack.com.

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