Escrito por: Belén Lobeto.
Es oír su nombre y nos viene a la cabeza un sitio paradisíaco. No es exactamente la Copacabana brasileña que nos imaginamos, pero sigue teniendo su punto paradisíaco. Relajante cuando menos, sobre todo cuando vienes de un viaje de caminatas y transportes eternos, agradeces llegar a un sitio como éste. Como pueblo no tiene muchos atractivos, pero apetece quedarse un par de días a descansar y disfrutar de las vistas del lago.
Difícil resistirse a sentarse en una de sus terrazas de colorines (¡terrazas! algo inaudito por estos lares) a disfrutar de la brisa y relajarte tomando una cerveza. Como siempre, los sitios para turistas, que se ven a kilómetros, son mucho más caros que los sitios «de verdad» del pueblo, los cuales puedes encontrar subiendo un poco por la avenida principal y alejándote de la costa. También hay que decir que están peor situados y son menos bonitos, pero eso ya depende de lo que cada uno busque.
Yo opté por darles una oportunidad a ambos, había tiempo para todo, así que a la mañana nos sentamos a disfrutar de unas cervezas a 25 pesos bolivianos (3,5€ aprox.) en una de las terrazas de la costa, pero luego para comer nos adentramos un poco más en el pueblo y pudimos comer un menú completo (sopa, trucha del Titicaca con arroz y ensalada, postre y refresco, y opción vegetariana) por sólo 15 pesos bolivianos (algo más de 2€).
Tip nº1: La comida es extremadamente barata por aquí. Lo mejor siempre es irse a algún lugar donde ofrezcan almuerzo familiar, comerás por muy poco dinero y la comida típica del lugar. Lo que ya no es tan barato es la cerveza, pero eso ocurre en todo el país. Por el precio de una cerveza de 650 cl. puedes dormir una noche en un alojamiento decente. ¡Tú decides!
Con los alojamientos ocurre algo similar. Los más cercanos a la costa y con vistas al lago van de los 40 pesos bolivianos (6€ aprox.) a los 120 pesos bolivianos (17€). Insisto en esto de nuevo, si hacemos la conversión a euros (€), es caro, ya que dormir por una media de 13€ en España es barato, pero aquí no.
Buscando un poco por el pueblo, podemos encontrar habitación compartida por 20/25 (3€ – 3,5€) pesos bolivianos o incluso 15 pesos bolivianos (algo más de 2€), con baño compartido. Si buscas una comodidad intermedia, hay alojamientos por 30 pesos bolivianos (ni 5€) la cama, con tv y baño privado, que por la diferencia de precio, merecen la pena.
Nosotras nos quedamos en el Hostel Valle Sagrado, bien situado en plena Avenida 6 de Agosto y con una terraza muy bonita y súper agradable con música y hasta hoguerita por la noche, que a estas alturas refresca.
Todo ello hizo que la diferencia de precio mereciera la pena, sumado al buen trato que nos dieron los empleados, algo muy de agradecer en el pueblo, donde, al igual que en la Isla del Sol, no es lo habitual.
Al igual que recomiendo para dormir el Hostel Valle Sagrado por sus instalaciones, trato y precio, no puedes dejar de cenar una noche en El Fogón, un poco más arriba en la misma avenida, donde podrás cenar menú completo por 20 pesos bolivianos y serás estupendamente atendido por Chino, un amable argentino que hará que no te falte de nada durante la cena e incluso en futuras etapas de tu viaje, gracias a sus consejos y recomendaciones.
Los atractivos del pueblo tampoco son muchos más:
Puedes subir al Cerro del Calvario, desde donde podrás ver atardecer sobre sus hermosas vistas al Titicaca. Pero el pueblo como tal, tiene unas calles comerciales donde está el mercado central y un montón de agencias de viajes por las que te puedes dar una vuelta a ver quién te ofrece mejor precio para tu siguiente etapa. No hay terminal, y normalmente el mejor precio lo encontrarás allí, así que te toca pasear.
Yo viajaba a Tiwanaku, pero solo podía ir desde La Paz, así que mi siguiente etapa era la capital más alta del mundo. Tras preguntar en unas cuantas que rondaban los 30 pesos bolivianos, encontré una que me lo dejaba a 20 pesos bolivianos y salía a las 8:30 de la mañana, un horario estupendo para aprovechar la mañana y llegar a La Paz a una hora decente.
Tip nº2: Nunca te quedes con el primer precio que te den. Date una vuelta y pregunta en varios sitios, siempre te acabas llevando sorpresas.
Tip nº3: Por lo general lo mejor es viajar por las noches. Aquí los trayectos son largos y los autobuses, con cama o semicama, son bastante más cómodos que en España. Así vas durmiendo durante el viaje y te ahorras la noche de hostel. Llegas al destino por la mañana, que siempre es mejor que llegar a la noche.
Y así me despedí a la mañana siguiente de este pueblecito de colores, este alto en el camino que me dio la tranquilidad que necesitaba para coger fuerzas para las siguientes etapas. Me quedaban 4 horas de autobús y 155 km. hasta La Paz.
Siéntate en el bus, relájate, ponte música y que el paisaje te haga consciente de dónde estás.
**Gracias a Gaby Rosito por compartir camino conmigo. Mucho amor, amiga.
Y tú, ¿quieres ser también nuestra amiga nómada? Aquí te contamos cómo. ¡Anímate!
15 octubre, 2018 a las 23:05
chevere
16 octubre, 2018 a las 20:46
¡Muchas gracias! :)