Escrito por: Laura Royo y Núria Obiols.

Si te apasiona la naturaleza, las montañas, los prados, los animales en libertad, el aire puro y la buena gente, esta es tu ruta: CAVALLS DEL VENT!

Cavalls del vent es una ruta circular en pleno Parque Natural del Cadí-Moixeró (entre el Pre Pirineo y el Pirineo Catalán) que abarca todo tipo de terrenos y refugios para poder descansar y comer. Durante la travesía te encuentras 8 refugios acogedores y confortables, entre unos 4 km y 16 km de distancia, como el refugio del Rebost (1.640 m), Niu de l’Àliga (2.510 m), Serrat de les Esposes (1.511 m), Cortals de l’Ingla (1.610 m), Prat d’Aguiló (2.010 m), Lluís Estasen (1.640 m), el Gresolet (1.280 m) y el de Sant Jordi (1.565 m). Así que no hay excusa, según tu forma física, puedes hacer la ruta corriendo en menos de 24h como los valientes de la carrera Ultra Trail, o en dos, tres, cinco o más días.

Somos Laura y Núria, mujeres nómadas y montañeras que hicimos la ruta de 90 km y 6000 m de desnivel en 5 espléndidos días dónde el sol y la buena temperatura nos acompañó.

Septiembre es una buena época para hacerla: poca gente y temperaturas agradables. Puedes empezar la ruta por el punto que más te convenga y se puede hacer en los dos sentidos, la mayoría de gente la hacen en sentido anti horario, pero, ¿por qué hacerla como todo el mundo? Nosotras la hicimos en sentido horario e íbamos al revés de la mayoría de excursionistas, y la verdad es que es más divertido y anecdótico: te cruzas y conversas con más montañeros/as, te explican y te advierten de lo que te puedes encontrar y coincides en diferentes puntos de la ruta y en diferentes refugios para compartir unas cuantas risas.

Sientes el esfuerzo de subir por bosques, ríos, prados, montañas como Comabona (2.554m), Penyes Altes del Moixeró (2.279m) y la Tosa (2.537m), y la velocidad de bajarlos y sentirte libre y llena de energía descubriendo lugares como el Pas dels Gosolans, la cara norte del Pedraforca, el camino dels Empedrats o los Prados de Aguiló. Por el camino te encuentras vacas y novillos que terminan su temporada en la montaña y van bajando al pueblo para pasar el invierno. Rebecos que corren con una ligereza digna de animales salvajes, caballos que te miran mientras comen las mejores hierbas posibles, pájaros carpinteros que agujerean largos troncos sin poder verlos e incluso burros que te guían y acompañan durante el camino para que no te despistes mientras sigues los puntos naranjas. Sin olvidar los olores, los colores y la variedad del terreno que hacen la ruta entretenida y apasionante.

Los 8 refugios están equipados y preparados para cuidarte durante la travesía. La hospitalidad y el carisma de los guardas y los trabajadores te hacen sentir como en casa, y sus historias y anécdotas te hacen apasionarte más por las montañas.

Algunos de estos refugios están totalmente incomunicados, como el de St. Jordi, que para proveerse los propios trabajadores cargan sobre su espalda todo lo imprescindible para ofrecerte las mejores cenas que harás nunca. Después de una ducha y unos estiramientos, recuperarás energías con las mejores albóndigas con setas, el mejor arroz de montaña o el pastel de zanahoria que no te dejará indiferente.

¡Qué gusto! Y para acabar la noche, salir al aire libre, y quedarte perpleja observando la gran cantidad de estrellas que puede acoger el cielo y que forma el cosmos estelar más espectacular que hayas podido ver nunca.

La gente de la montaña es muy buena gente y te contagian esa gratitud de poder gozar de los Pirineos, de la natura y de la vida, y el respeto a mantenerlo limpio e intacto. Cuando finalizas una ruta como la de Cavalls del Vent te invade la satisfacción, la buena energía y la gratitud.

 

Y tú, ¿quieres ser también nuestra amiga nómada? Aquí te contamos cómo. ¡Anímate!