Escrito por: Anabel Montes.

Lesbos, la isla conocida por ser el testigo mudo de uno de los dramas de la historia, tiene mucho más que ofrecer. No solo ha sido, y es, el destino de llegada de miles de personas en busca de una oportunidad robada, sino también un enclave mediterráneo fabuloso y no muy conocido donde poder encontrar mucho encanto.

Situada en el noreste del Mar Egeo tiene una superficie de unos 1300 km cuadrados de los cuales 320 son costa, haciendo que sea la tercera isla de mayor tamaño en Grecia.  La mayoría de la población de la isla está afincada en la capital Mitilini, al sureste.

¿Cómo llegar a Lesbos?

En la capital, a escasos 5  minutos está el Aeropuerto Internacional “Odysseas Elytis” de pequeñas dimensiones y con bastantes retrasos por el invierno por el viento y/o temporales. Conecta diariamente con tres vuelos a Atenas y otros lugares de Grecia (Chios, Samos, Rhodas…) con las compañías Aegean u Olympic Airlines y en temporada alta aumenta los vuelos desde otros puntos de salidas internacionales. El tiempo de vuelo desde Atenas es de unos 35 minutos sumando la espera de subida y bajada y espera de maletas con buen servicio de vuelo.

La otra opción, es llegar en Ferry. Las compañía «Hellenic Seaways» y «BlueStar» conectan diariamente la isla con la Grecia continental vía puerto de El Pireo en Atenas y con otras islas del Egeo como la vecina Chios, Limnos o prácticamente cualquier otra isla ya que están interconectadas entre todas ellas.…El tiempo desde Atenas va desde 7 a 11 horas dependiendo de si es ferry convencional o ferry rápido y de cuantas paradas haga por el camino. El billete medio por persona y sin coche es de unos 45 euros pero depende de la temporada y cercanía de la fecha de salida del mismo.

Se puede ir rápidamente, tan solo 1 hora y media, hasta la ciudad turca de Ayvalik por 15euros solo ida y 25 ida y vuelta siendo turista. Los ciudadanos europeos pueden pasar a Turquía con el documento de identificación propia de su país sin necesidad de llevar el pasaporte si el viaje es de corta estancia.

¿Cómo moverse en Lesbos?

Imprescindible alquilarse un coche o cualquier otro vehículo. Hay servicios de autobuses que unen casi todas las localidades de la isla pero no tienen mucha periocidad y hay demasiados rincones que ver como para estar pendientes de un bus, sobretodo cuando se haga de noche. Hay sitio de sobra donde alquilar un coche, desde el mismo aeropuerto hasta en Mitilini ciudad y a precios asequibles (todo depende de la temporada claro). También se puede alquilar coche tipo 4×4, lo cual recomiendo si tenéis pensado meteros por los caminos interiores de la isla o también motocicleta, moto tipo enduro o quad.

Las carreteras de Lesbos no son ni mucho menos las mejores, sobretodo cuando mas al norte donde el cemento pasa a ser tierra llena de baches, sin quitamiedos o puro barro si llueve. En el sur y oeste, son mejores donde hay mas afluencia turística.

Otro tema a tener en cuenta es la conducción de los locales. El primer día que llegué a la isla recordé, salvando las distancias, estar en Asia. Tres o mas en moto sin casco, eso de frenar en los pasos de peatones no se lleva, casi sin intermitentes, adelantamientos dobles y en curvas y a mucha velocidad…de hecho, las carreteras están llenas de pequeños altares con flores y velas mostrando puntos donde alguien perdió la vida pero que no sea esto algo que os meta miedo porque nada más alejado de la realidad.

 

¿Qué ver en Lesbos?

ESTE:

Mitilini, es la capital de la isla. Se concentra en torno al puerto, donde están la mayor parte de restaurantes, locales de comida “take away” y bares con coloridas terrazas interiores y exteriores. Es el enclave turístico por excelencia que despierta según llega la primavera pues en invierno, a excepción de este pasado porque estaba lleno de voluntarios, solo los locales y algún que otro viajero llegan hasta aquí.

Se puede disfrutar de típica comida griega en cualquiera de los restaurantes pero la variedad, es más amplia. Recomiendo un lugar llamado “Damas” restaurante sirio de muy buena calidad y buen precio situado en una de las esquinas del puerto donde también podéis disfrutar de una shisha en unos cojines y/o sofás mirando el puerto y de la amabilidad de su dueño y de los camareros y camareras. Otro sitio donde comer bien, es el “Martano” en dirección al puerto del ferry, donde sin duda, hay que pedir una de sus enormes y deliciosas ensaladas con diversas variedad.

Para tomar algo, el “Pi” en una de las callejuelas perpendiculares a la calle de la “plaza Sappho” donde puedes disfrutar de música en vivo, el  «Mousiko Kafe » donde disfrutar de un zumo de frutas variado recién hecho o un chocolate (frío o caliente) con sabores a elegir en un local con decoración muy chula y de trato muy agradable las camareras. También el “Bobiras” es un sitio recomendado de ambiente agradable. Y mención especial le doy a los donuts de chocolate del “Delicious” un pequeño local en la esquina enfrente de la entrada del ferry abierto 24 horas que ya no estoy segura si lo recomiendo por la cantidad de recuerdos que tengo de ese lugar en esta isla y la cantidad de gente solidaria que conocí ahí pero un donut a las 3 de la madrugada durante una guardia nocturna o para finalizarla a las 8 de la mañana antes de ir a dormir ¡entra muy pero que muy bien!

Aquí hay tanto pequeñas tiendas favoreciendo el mercado local y con mucho más sabor y grandes supermercados (Lidl/AB)  tanto tiendas como en cualquier otra ciudad: souvenirs, ropa, electrónica, móviles, equipamiento deportivo, marítimo…

Hay numerosos hoteles, hostales y casas para alquilar en toda la ciudad y alrededores si bien es cierto que el precio varía del invierno al verano, suelen tener un precio bastante asequible incluso negociable si eres tiene labia y vas a estar varios días. Al final todo depende de lo que busques, desde una casa lujosa al sureste del todo o una pequeña casita de una pieza con literas, para todos los gustos.

Foto: Jean Claude Castor

Desde Mitilini hacia el norte podemos ver toda la costa este de la isla con Turquía siempre enfrente nuestro con pequeños pueblitos todos y cada uno de ellos con ese encanto pesquero de otra época donde no hay prisa y el tiempo parece detenerse e ir mas lento.

El primer pueblo que encontramos pasando Mitilini, es Panagiouda. Varios lugares para alquilar casas completas, apartamentos o habitaciones. “Elena Studios” son unas habitaciones de carácter retro para elegir con o sin cocina y con sus peculiares dueños que viven en el piso de arriba los cuales solo hablan griego y hacen que cada conversación sea una nueva experiencia pero eso se viaja, ¿no? En el puerto se concentran los bares y restaurantes de la zona, recomiendo el “Kitchen Bite”, un bonito restaurante con terraza al lado del puerto con una comida muy sabrosa pero con un servicio bastante lento, con lo cual, tomárselo con calma y disfrutar del lugar sin prisa. Para desayunar o tomar algo el “Skiniko” en la misma esquina mucho mas moderno y con amplia variedad de cafés, batidos y cócteles. En el pueblo, hay dos gasolineras, pequeños supermercados y ultramarinos y una playita en la parte de atrás.

Siguiendo la costa este dirección norte  Lagkada, Mistegna, Skala Neon kidonioss , Palios….después la serpenteante carretera se mete un poco al interior pasando por Mandamados, lugar donde se pueden encontrar alojamiento, bares, un ciber y tiendas locales de cerámica y barro. La carretera continua hasta un característico punto coronado por un edificio que antes era una fábrica de queso con tres grandes contenedores metálicos. Si continuamos de frente llegamos a Tsonia, aunque la carretera “desaparezca” hay que seguir hacia adelante por el camino y en breves aparecerá de nuevo para llegar a un minúsculo pueblecito con poco mas de 10 casas y dos bares abiertos solo desde abril, una playita de arena marrón y un pequeño puerto muy bonito y rústico. Enclave perfecto para disfrutar de la tranquilidad y el relax absoluto alejados de casi todo.

Casi al final de la playa, hay unas casitas adosadas blancas a unos 4 metros de la orilla que se alquilan, cada una consta de la terraza delantera, una cama pequeña, una cama doble, cocina completa y baño ¿para qué quieres mas?

 

Para los amantes del mar, un punto de visita es el faro del este de la isla, lugar al que personalmente le tengo un cariño muy grande pues era y es el punto de vigilancia de llegada de botes de refugiados de la zona norte y este donde voluntarios de todo el mundo se han pasado 24 horas por días en condiciones extremas avisando a los equipos de rescate de la llegada de botes de refugiados salvando las vidas de miles de ellos y siendo testigo de la pérdida de cientos…nuestro “Korakas”(korakas = faro)

korakas blog

 

La llegada al lugar infinitamente mejor, si es en 4×4 y mejor si no ha llovido pues el camino es bastante malo, entre árboles, con agujeros en el suelo, sin vallas de protección. El acceso es desde el mismo punto de la fábrica de queso anteriormente citada, se coge la misma carretera que para ir a Tsonia y en una curva donde hay una pequeña capilla se toma el desvío de la izquierda por un camino de tierra, hay que pasar una verja que suele estar abierta y en un cruce de caminos, tomar el de la izquierda de nuevo hasta que después de muchas y muchas y muchas curvas y pensar que te has confundido y que vas por mal camino, lo ves. Allí no hay nada más que un viejo y medio destartalado faro pero unas impresionantes vistas que bien merecen la pena. Al frente, la impasible Turquía.

NORTE:

Partiendo desde el mismo punto de la fábrica de queso pero en vez de seguir de frente, tomando la curva a la izquierda comenzamos el descenso por una vertiginosa carretera que nos llevará hasta Sikamineas, bonito y rústico pueblo en la falda de la montaña de casitas de piedra con unas vistas impresionantes al mar y la costa turca. En este desvío se puede continuar de frente recorriendo el norte por la falda de la montaña  o bajar a la carretera de la costa tomando la cerrada curva a la derecha. Por ese camino se llega a mi querida Skala Sikamineas, un pequeño pueblito pesquero con un puertito precioso donde poder comer o tomar algo disfrutando de lo que es la vida. En el “Goji Bar” tienen comida muy sabrosa y buenos cafés y en la esquina del todo, en el “Traverso café” ricos dulces, batidos y chocolates, además de una terraza con una decoración muy marinera y bonita. Justo al lado, al menos durante este verano(2016) podréis ver cualquiera de las embarcaciones de rescate de la ONG “ProActiva Open Arms” y probablemente a mi y a mis compas de equipo en ella.

 

skalasikamineas

Para dormir, el “Hotel Gorgona”, de dos pisos de color blanco y azul con habitaciones a 30 euros la noche en muy buenas condiciones con sus encantadores dueños que hablan italiano y un poquito de castellano que harán que te sientas como en casa.

Continuando la carretera, por la costa a unos 2 minutos en coche está la “Taverna To Kyma”, nuestra base desde septiembre del 2015. Un hostal y restaurante delicioso donde os recomiendo comer si o si, no os defraudará. Lo mejor del lugar es la hospitalidad y cercanía de Paris y Ceano, los propietarios y del resto de su familia, Eleni y Vasilis hijos y Elvira, Vasilis y Dimitri, los mayores del lugar.  Está situado justo al lado de la carretera, a escasos 20 metros del mar, cuenta con aparcamiento, zona de juegos infantiles entre árboles y flores y cada habitación (si hay disponibilidad) es de dos camas individuales que se pueden juntar, nevera, televisión, mesita de noche, armario, escritorio y baño privado. Hablan griego e inglés.

 

La carretera continua sin pausa pero sin prisa arriba y abajo dando vueltas por la costa. Parada obligatoria en la «Megala therma», justo en la orilla del mar unas termas naturales de agua caliente que hacen las delicias en el crudo invierno cuando tienes las manos congeladas pero ¡ojo!, puede ser peligroso bañarse entero pues pueden llegar a alcanzar una temperatura demasiado elevada y quemarte. Mas adelante, está Eftalou donde también hay lugares para comer y dormir y un barato y relajante spa con termas naturales.

Al final, llegamos a la preciosa Molyvos, antiguamente llamada Mithimna, tiene el segundo castillo más grande de la isla desde donde se puede divisar toda la costa norte y pensar porque esta isla es realmente  un punto de gran importancia estratégica desde hace miles de años.

El puerto de este pueblo es maravilloso, es totalmente griego mediterráneo y está lleno de bares con terrazas donde poder comer la típica comida griega o tomar un freddo esspreso viendo a los pescadores locales preparar la faena. Cuenta con más variedad de locales, tipos de comida, supermercados, tiendas de souvenirs, dos cajeros, pubs de copas…pero poco sitio para aparcar el coche. Aun así, las distancias aquí no son muy largas. Al final del puerto el último bar tiene variedad de comida vegana (no se vende como comida vegana pero lo es) muy buena y variada de todo el mundo, sin olvidar los gofres y crepes!!!

Es importante mencionar que este pequeño puerto fue el testigo terrible del naufragio de un barco de madera con mas de 200 refugiados a bordo que tuvo lugar el 28 de octubre del 2015 donde los pescadores locales y guardacostas griegos gracias a la ayuda de los voluntarios con motos acuáticas de la ONG ProActiva Open Arms llevaron a los supervivientes a tierra firme. Y a los no supervivientes también.

castillo molyvos logo

OESTE:

Desde el norte bajando al oeste, nos encontramos con Petra, otro pequeño pueblito con casas tradicionales con el mismo encanto que todos los demás pero lo curioso de Petra es que existe la “Asociación Agroturística de Petra” que acoge a los turistas por un precio muy asequible a condición de introducirlos en las costumbres locales del pueblo de manera activa, mejor imposible.

Skala Eressos, el paraíso de las lesbianas. No es un juego de palabras malo y burdo, cada año tiene lugar un festival dedicado al amor entre lesbianas, gays, bisexuales, transgénero…es el “Sappho Women International Eressos Festival” y tiene lugar en las dos primeras semanas de septiembre, si bien es destino predilecto para que muchas mujeres puedan sentirse cómodas disfrutando de su sexualidad de manera libre.  Pero que eso no ponga barreras a las mentes cerradas, es un lugar con largas playas de arena y muchísimos sitios con encanto que no debes perder. Si vienes a Lesbos, tienes que pasar por Skala Eressos.

Sigri, es uno de otros lugares que parecen remotos pero que tienen un encanto añejo y puramente auténtico. Se puede visitar el castillo turco y echarse en la playa a reflexionar sobre lo que quieras después de haber comido en cualquiera de sus tabernas. Algo muy interesante, es el bosque fosilizado de “Pali Alonia” donde se pueden ver árboles fosilizados en posición vertical, la mayoría, con una antigüedad entre 20 y 15 millones de años.

La isla cuenta con entrantes, el más grande ellos se abre desde el suroeste de la isla hasta «Skala Kalloni» 

SUR:

El entrante mas pequeño se abre desde el sur cercano al este, con unas vistas espectaculares y con apenas población. Para ir en coche y perderse por los pequeños pueblecitos.  Se puede llegar a la pequeña playa de Heremida en el sur puro,  continuando por la carretera que lleva al aeropuerto y dejándolo atrás, lo que viene a ser costeando la isla pasando por el cabo de Sant George y tomando un desvío a la izquierda por un camino que parece que no va a llevar a ninguna parte, es de arena blanca y uno de esos pequeños lugares donde perderse sin prisa  Si continuamos por esta carretera llegamos a bordear todo el entrante y con suerte, encontrando alguno de esos lugares secretos que no voy a desvelar

 Si continuamos pasando el entrante pequeño, hasta llegar de nuevo al borde sur de la isla, nos encontraremos con “Plomari”. Es la segunda ciudad de mayor tamaño de la isla con otro puerto y conocida por ser la zona con mayor industria de producción de Ouzo. En Agosto, tiene lugar un gran festival dedicado en exclusiva al famoso aguardiente. Las playas son mas extensas y de “arena” blanca y no tanta piedra como en el este. Desconozco lugares para pernoctar y comer allí pero por lo que he podido hablar es igual de fácil que en Mitilini.

 

¿Qué comer y beber?

La bebida típica es el Ouzo, licor anisado que se rebaja con un poco de agua dándole un toque blanquecino y un sabor fuerte. También otra bebida típica y fuerte es el Tsipouri. En Lesbos no se andan con tonterías, o se bebe fuerte o no se bebe.

El café griego es difícil de beber, aparte de que está a la temperatura del magma volcánico tiene mucho poso y la única manera de poder beberlo para nosotras que estamos acostumbradas al buen café, es dejarlo reposar lo suficiente para que los posos queden al fondo y la temperatura sea bebible pero no demasiado fría. Si no es café griego, en la mayoría de los sitios será un capuccino de sobre o un nescafé de cucharadas en agua hirviendo…olvidaos del café con leche y menos de un cortado o demás tipos de café caliente. Eso si, en cafés fríos tienen variedad y muy bien preparados. Después de casi cuatro meses aquí no encontré ni un solo bar/cafetería/restaurante que tuvieran leche vegetal, yo opto por llevármelo ya y que me la echen.

La comida griega en Lesbos es muy sabrosa: gran abundancia de pescados fritos y al horno con aceite de oliva e hinojo, calamares, gambas…, ensalada griega a base tomate y queso fetta, el tsaziki un untable de yogur y pimiento, mousakka

Para nosotras, las comehierbas, nos costará al principio algo que comer porque no entenderán bien el concepto vegano pero hay comida mas que de sobra: tomates y pimientos rellenos de arroz, berenjenas al horno, Dolmakia  son hojas de parra rellenas de arroz con jugo de limón, fava un untable de guisantes que está riquísimo con cachitos de cebolla cruda y untado en pan, la escorza un untable a base de patata y ajo riquísimo pero que sirve de ahuyento para cualquier vampiro a kilómetros a la redonda, berenjenas al horno…y, al final como en cualquier otro sitio, hablando se entiende la gente y siempre encontrarás opciones veganas que cocinarte pues materia prima para ello no falta. Aunque si es importante recalcar la diferencia entre vegetariano y vegano para evitar cualquier posible confusión antes de pedir cualquier comida.

En núcleos más grandes se encuentra alguna opción mas como Falafel o cualquier restaurante de corte árabe siempre tendrá mucha comida vegana. En Mitilini hay un “herbolario” que vende productos bio veganos pero contando que tengas sitio para cocinar.

Algo a tener en cuenta de la comida en Lesbos es que no vas a pasar hambre, las raciones son enormes, incuso desmesuradas en ocasiones y siempre te dirán que si quieres repetir, lo cual siempre es de agradecer.

 

¿Por qué Lesbos?

Son demasiadas las razones que podría dar…en primer lugar porque se trata de una isla preciosa, así sin mas. Es abrupta tanto hacia arriba como hacia abajo, es decir, tanto como desde la costa ves alzarse la cima del «Monte Olympus» como la profundidad a unos 20 meros de la orilla puede llegar hasta 50 metros en la costa norte. Recuerda a las imágenes de la serie «Lost» totalmente.

Porque está bastante deshabitada y eso permite conocerla tal y como es, sin adornar. Hay numerosos trekkings que caminar, circuitos de bici de montaña y playas donde hacer snorkel en calas recónditas y en los lugares poblados que no sean grandes núcleos puedes experimentar como las cosas siguen igual, con su pura magia y lentitud relajante.

Y porque esta isla ha sufrido demasiado. La llegada masiva de refugiados le ha hecho ver la peor cara del ser humano y sus habitantes, sobretodo en la costa norte y sureste han asistido a miles de personas viendo la desesperación y la muerte demasiado cerca. Grecia está en una crisis económica interna muy grande que junto con la crisis de los refugiados hace que su situación sea aún mas delicada y el turismo es un factor importante que puede ayudar a su recuperación y este, se esta viendo afectado tanto para las costas donde llegan refugiados como las otras costas (sur y oeste) que se han visto disminuir el turismo de la misma manera aún sin ser testigos directos de la tragedia. Ayudar es mas fácil de lo que parece y se puede hacer de muchas y diversas maneras, esta es la mas fácil…viajar libremente disfrutando y a la vez, ayudando a que una economía local castigada resurja de nuevo.

 

Lesbos  es un destino de viaje poco conocido pero, os aseguro, que no os defraudará. Venir a Lesbos, venir a la puerta de Europa.

 

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